La Policía relaja la vigilancia en el centro de Hamburgo
Levantan el veto decretado en tres barrios al rebajarse la tensión entre agentes y manifestantes
BERLÍN. Actualizado: GuardarDespués de semanas de protestas y enfrentamientos entre manifestantes radicales de izquierda y agentes antidisturbios, la Policía de Hamburgo anunció ayer inesperadamente el levantamiento de las 'zonas de peligro' que había decretado en tres céntricos barrios de la ciudad y en las que los derechos ciudadanos se habían visto limitados, a la vez que se permitía a las fuerzas del orden realizar controles y registros indiscriminados entre las personas que circulaban por sus calles.
«Dentro del marco de las intensas valoraciones diarias de la situación por parte de la Policía se ha decidido que no es necesario mantener las 'zonas de peligro' y que es aconsejable por ello su levantamiento jurídico», anunció en un comunicado la central de la Policía de la ciudad portuaria. La nota subrayaba que en los últimos días «no han vuelto a producirse ataques directos contra agentes. Las metas planteadas con la instauración de las 'zonas de peligro' se han cumplido además con éxito». El comunicado se hizo público pocas horas después de que el alcalde-gobernador de la ciudad-Estado de Hamburgo, el socialdemócrata Olaf Scholz defendiera la severa actuación de las fuerzas de seguridad y la creación de esas áreas de control policial permanente.
Bautizado junto a su senador de Interior, Michael Neumann, como los 'sherifs rojos' por su actitud de mano dura y la defensa de la ley y el orden al estilo del más puro lejano Oeste, Scholz comentaba en una entrevista con el rotativo Süddeutsche Zeitung que la instauración de 'zonas de peligro' ha demostrado «ser un instrumento que funciona y seguirá funcionando» para garantizar la seguridad ciudadana. Asimismo rechazó la presunta anticonstitucionalidad de esa medida, que se puso en práctica el pasado 4 de enero sin ser sancionada por el parlamento de la ciudad o una autoridad judicial.
Scholz, cuyo nombre se barajó en su momento para ocupar el ministerio de Justicia en el nuevo Gabinete de la canciller federal, Angela Merkel, aseguró que su Gobierno hará uso de ese instrumento de control policial siempre que sea necesario y subrayó que se aplica «de manera flexible, soberana y sin grandes aspavientos». Mientras la medida se mantuvo en marcha en barrios como los de Sankt Pauli o Altona, la Policía realizó cientos de controles en los que se incautó de material pirotécnico e instrumentos para la agresión física. Más de un centenar de personas forasteras fueron expulsadas de la ciudad, una cincuentena retenidas provisionalmente y una docena encarcelada por distintos delitos, según el balance policial.
«Bloque negro»
Los enfrentamientos entre la Policía y radicales de izquierda se iniciaron el pasado 21 de diciembre con motivo de una manifestación de protesta contra el cierre del centro cultural okupa Rote Flora y a favor de refugiados procedentes de Lampedusa. Casi dos centenares de policías resultaron entonces heridos en una batalla urbana en la que se enfrentaron 3.000 agentes con mas de 4.000 jóvenes del llamado «bloque negro autónomo», muchos llegados desde otras ciudades de Alemania e incluso el extranjero.
Aunque las agresiones a policías, que se agravaron poco antes de Nochevieja con un ataque directo contra una comisaría, despertaron inicialmente la solidaridad ciudadana, esta se convirtió en rebelión popular, a la que se sumaron ciudadanos nomales de a pie, al establecerse las citadas 'zonas de peligro'.
Hasta este fin de semana se sucedieron las protestas de los ciudadanos contra lo que consideraban un recorte inaceptable de sus derechos ciudadanos. Las manifestaciones, a las que acudieron muchas familias con niños, acabaron convirténdose en divertidas acciones espontáneas, con batallas de almohadas y cojines o protestas masivas de gente armada con escobillas del inodoro.