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Barack Obama y Mariano Rajoy, ayer, durante la rueda de prensa en el despacho Oval. :: MANDEL NGAN / AFP
ESPAÑA

Obama elogia la recuperación de España pero pide un esfuerzo con el paro

«La independencia es mala, sobre todo para el pequeño», reitera Mariano Rajoy en la Casa Blanca

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Mariano Rajoy logró ayer en Washington un aval crucial para su política económica. Barack Obama destacó que España ha vuelto a la senda del crecimiento tras reducir el déficit y mejorar su capacidad de financiación en el mercado internacional «gracias al liderazgo de Rajoy», espetó el presidente de los Estados Unidos. Sin embargo, Obama reclamó un mayor esfuerzo a Rajoy para luchar contra el elevado desempleo que padece nuestro país (26%). «España se ha estabilizado, pero los grandes desafíos ahora son el crecimiento y empleo», remachó el líder de la primera economía mundial.

Ambos mandatarios, que departieron durante una hora en el despacho Oval de la Casa Blanca, coincidieron en destacar el «excelente» momento de las relaciones bilaterales entre ambos países. Obama recalcó la «gran amistad y alianza» que existe entre ambos países en la actualidad. «La cooperación -abundó- en defensa y seguridad nunca han sido tan fuerte».

Obama demostró que conoce a la perfección los puntos débiles y las aficiones de sus invitados. Durante la comparecencia conjunta ante los medios de comunicación bromeó: «Le he pedido consejos a Rajoy para que Estados Unidos gane el Mundial de fútbol de Brasil». El jefe del Ejecutivo español le devolvió el comentario jocoso. «Con mucho gusto le daré consejos, para que Estados Unidos quede segundo», aclaró.

Este es un ejemplo de lo distendido que fue el cara a cara, donde no se abordaron ninguno de los temas espinosos de la agenda. Preguntado por la prensa estadounidense sobre el espionaje que realizó la agencia nacional de seguridad de Estados Unidos (NSA) a los principales líderes europeos, Rajoy se limitó a comentar que la Embajada de Estados Unidos en España ofreció a su Gobierno «explicaciones satisfactorias» e insinuó que también fueron informados por fuente de los propios servicios secretos estadounidenses.

Los informadores españoles interpelaron a Obama sobre cómo podría afectar a la situación económica la segregación de Cataluña. El presidente de los EE UU rehusó comentar este asunto y cedió el turno de palabra a su invitado.

Rajoy abundó en su tesis de que la inestabilidad política y la incertidumbre no ayudan a la recuperación. Reiteró ante Obama que la independencia no se va a producir bajo ningún concepto, pero se metió en un pequeño lío al barruntar que «lo peor sería que algún día, cosa que no se va a producir, estas pretensiones -en alusión a la posibilidad de la segregación de Cataluña- se llegara a plasmar «porque la independencia es mala, sobre todo para el pequeño».

Sobre economía, Rajoy recordó que hace un año hablaba por teléfono con Obama sobre el euro y las dudas de su viabilidad si España caía en el abismo del rescate. El jefe del Ejecutivo enfatizó que ahora la situación es más optimista, aunque queda mucho por hacer, sobre todo en la lucha contra la «lacra del desempleo». Además, trajo a la Casa Blanca la misma buena nueva que defendió en el Congreso. «Le he dicho al presidente Obama que este año habrá crecimiento económico en España», sentenció.

Anecdotario

Moncloa lleva dos años persiguiendo este cara a cara y quería que todo saliese a la perfección. El espaldarazo de Obama a la política económica de Rajoy quedó un tanto difuminado por el amplio anecdotario de la jornada.

El equipo del presidente del Gobierno magnificó algunos aspectos de la visita. Por ejemplo, aseguró que el cementerio de Arligton, donde el presidente hizo una ofrenda floral al Soldado Desconocido, cerraba los lunes y que sólo lo abrieron para la delegación española. Un dato que resultó ser falso, porque este camposanto está abierto los 365 días del año.

La selección de los periodistas que acompañaron a Rajoy a la Casa Blanca también fue polémica. Sólo había diez plazas y la Secretaria de Estado de Comunicación aseguró que la elección se regía sólo por el criterio de los más asiduos a los viajes del presidente, pero tampoco fue así. La agencia COLPISA, presente en todas las citas internacionales, se quedó fuera y otros menos asiduos, entraron. Para colmo, el portavoz de la Casa Blanca, en una rueda de prensa paralela al encuentro entre Obama y Rajoy confundió a España con México.