El juez encarcela a los ocho interlocutores entre ETA y los presos 'duros'«No se puede dudar de la derrota de la banda»
Velasco confirma que hubo destrucción de pruebas después de que Interior avanzase por «error» la operación de la Guardia Civil en Bilbao
MADRID.Actualizado:El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ordenó ayer el ingreso en prisión incondicional y sin fianza para los ocho detenidos en la operación desarrollada el pasado miércoles contra el denominado 'frente de cárceles' de ETA. El titular del Juzgado Central de Instrucción número seis tomó esta decisión a instancias de la Fiscalía, al considerar que hay indicios suficientes para enviar a la cárcel a los arrestados imputados por pertenencia a banda armada.
Se trata de los abogados Arantza Zulueta y Jon Enparantza, presuntos cabecillas del grupo de interlocutores entre ETA y los presos 'duros' de la banda, así como Aitziber Sagarminaga, Egoitz López de la Calle y los exreclusos Miren Aitzane Orkoaga Etxaniz, José Miguel Almandoz Erviti, Asier Aranguren Urroz y José Luis Campo Barandiarán Uribarri.
El juez les acusa de ser la «correa de transmisión» entre ETA y sus militantes presos. Asegura que no sólo trasladaban sus mensajes a las prisiones, sino que presionaban a los reclusos para que se mantuviesen fieles a las consignas de la banda. Y, en caso de incumplimiento, les amenazaban con retirarles el apoyo económico y jurídico, como ha ocurrido con aquellos que han seguido la llamada 'Vía Nanclares' y que acabaron siendo expulsados de ETA.
De la documentación intervenida en el despacho de la calle Elcano de Bilbao, donde se reunían los miembros del denominado KT (grupo de coordinación), se desprende, según el juez, que los detenidos ejercían funciones de dirección desde el exterior; tomaban decisiones sobre los presos bajo las directrices de ETA; recibían de forma periódica información de la banda a través de mensajes encriptados o mediante correos personales; y organizaban una red de distribución de notas -«como la incautada en el registro», recuerda el juez- y avisos a familiares de presos en España y Francia para transmitirles información.
El «error» de Interior
El auto relata que en el registro del local de Bilbao apareció una memoria electrónica «machacada conscientemente» y otras escondidas en cojines de un sofá, fruto del desliz del Ministerio del Interior al informar con anterioridad en Twitter y mediante un correo electrónico masivo a todos los medios de comunicación de la operación de la Guardia Civil. «Tras el error acaecido (...) tiene lugar un claro para la ocultación o destrucción de evidencias, así como para la obstaculización del desarrollo de las pertinentes entradas y registros», asegura Velasco en el auto.
En el registro, que se demoró durante 48 horas por la ausencia del senador de Sortu Iñaki Goioaga, que posee un despacho en el local de Elcano y dada su condición de aforado tenía que estar presente, también se encontraron documentos de la coordinadora de presos, memoria portátiles y ordenadores con claves arrancados. Asimismo, tres detenidos intentaron huir del local cuando llegaron los agentes y dos estaban en la calle vigilando.
Un documento intervenido revela, además, que el grupo desarticulado auspició la convocatoria de la marcha a favor de los presos de ETA del sábado pasado en Bilbao, organizada por el colectivo Tantaz Tanta, y que finalmente fue prohibida por el juez Velasco.
El juez además ha citado a declarar el jueves como imputada a la abogada Naia Zuriarrain, del despacho de Zulueta, para que aclare la introducción de una nota con instrucciones de la banda al preso Asier Arzallus Goñi, en la cárcel de Sevilla II.
«No va dirigido a nadie», advirtió la número dos del PSOE, Elena Valenciano, pero no lo pareció. No se puede, dijo, «cuestionar la derrota» de ETA; un mensaje para quienes desde el Gobierno y el PP sostienen que ese día solo llegará con la disolución. Y no se debe «fracturar la unidad» de los demócratas; recado para el PNV, aliado con la izquierda abertzale en la manifestación del fin de semana. Ahora, subrayó la vicesecretaria del PSOE, hay que «administrar con inteligencia política, con consenso y con la ley» la derrota de los terroristas porque está fuera de toda duda que «la democracia ha ganado y ETA ha perdido». En esta «segunda etapa» el objetivo es la disolución de ETA, una meta para la que, advirtió, es «letal» la fractura de las fuerzas democráticas.