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Bahía Sur

Un problema ignorado

Hay personas que utilizan los apartamentos como residencia habitual aunque el uso específico de los terrenos en los que están debe ser el hotelero Nadie quiere plantear la solución al conflicto turístico de Bahía Sur

C. CHERBUY
SAN FERNANDO.Actualizado:

Desde que se levantó, Bahía Sur se convirtió en el referente turístico de San Fernando. Su hotel, bungalows y apartamentos turísticos son los únicos equipamientos vinculado a la imagen de 'resort de vacaciones' con los que cuenta la ciudad. Una imagen que ahora mismo deja mucho que desear y que protagoniza el estancamiento del turismo que padece la localidad.

El hotel se encuentra en estos momentos inmerso en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ante las reformas y rehabilitaciones que debe afrontar. Tras casi 20 años sin grandes actuaciones, evidenciaba la necesidad de ciertas labores de mantenimiento, lo que ha mermado de forma significativa su actividad. La intención de la empresa que lo gestiona (Bahía Sur S.L.) es precisamente que reabra a mediados del próximo mes para aprovechar el tirón del Carnaval y preparar la Semana Santa y el Campeonato de Minibasket que se celebra por esas fechas en la localidad y que suele llenar el hotel, con los equipos infantiles y familiares que vienen de toda España.

Pero tras ello existe otro problema que lleva tiempo ignorándose y al que nadie quiere meter mano. Y es que además del hotel existen bungalows y apartamentos, que algunos los gestiona Bahía Sur S.L. y otros cayeron en manos de particulares tras un primer proceso de venta. Es decir, que hay familias que utilizan estos pisos como residencia habitual cuando Bahía Sur no permite el uso destinado a vivienda, siendo la calificación urbanística de la zona, única y exclusivamente, de uso hotelero, lo que además se mantiene en la revisión del nuevo PGOU.

El Ayuntamiento es propietario de la superficie en la que se asientan los apartamentos, por lo que los compradores de los mismos no adquieren un derecho de propiedad sino tan sólo un derecho de superficie por más de 50 años. Ya se han superado 20 , lo que quiere decir que quedan poco más de 30 años para que se revise el convenio y se decida qué ocurrirá con estos apartamentos. En definitiva, el problema es que las personas que han adquirido las viviendas no son propietarias del suelo en el que se asientan. Además de que están realizando un uso fraudulento, pero ni el Consistorio ni la Consejería de Turismo, a pesar de que ambas administraciones son conscientes de esta situación, han querido por el momento hacerse cargo de esta tesitura. Es decir, obligar a que estos apartamentos tengan el uso que el ordenamiento recoge: el hotelero.

Y todo ello cuando en diferentes portales inmobiliarios continúan ofreciendo estos inmuebles en venta y como propiedad. Es decir, que no sólo no se pone solución, sino que esta circunstancia puede empeorar con los años. Y es que el precio de venta está cayendo en picado y si hace unos años no bajaba de los 120.000 euros, ya se pueden encontrar por la mitad, rondando entre los 60.000 y los 100.000 euros.

Como consecuencia de un engaño permitido por las administraciones -que no pusieron remedio desde el principio- la ciudad no sólo ha perdido camas para turistas, sino que debe afrontar lo que ya es un problema social.