El fuego devora el paraíso de Shangri-la
Un colosal incendio calcina 250 edificios de esta ciudad del altiplano tibetano con 1.300 años de historia
SHANGHÁI.Actualizado:Gracias a la novela 'Horizontes Perdidos' de James Hilton, basta con mencionar Shangri-la para que el imaginario colectivo de Occidente explote de regocijo: es un utópico paraíso espiritual, paradigma de la sociedad casi perfecta, ubicado en algún punto indeterminado del altiplano tibetano. Claro que ese es el Shangri-la de la ficción, porque el que existe en la realidad es, desde ayer, un gigantesco montón de cenizas producto del impresionante incendio que se declaró hacia la 1.30 de la madrugada. Las estructuras de madera y las inadecuadas medidas de seguridad hicieron que las llamas se extendiesen con velocidad, a pesar de que más de 2.000 personas, entre bomberos, policía y voluntarios, se desplazaron rápidamente para combatirlas. Tardaron casi diez horas en ganarles la batalla.
Unos 2.600 vecinos tuvieron que ser evacuados, pero, afortunadamente, no se ha informado de víctimas mortales ni de heridos. No obstante, sí que han sido cuantiosas las pérdidas materiales. Las primeras estimaciones avanzan que superarán los 12 millones de euros, y el gobierno local asegura que al menos 250 edificios, en su mayoría pequeñas construcciones de dos pisos dedicadas a establecimientos comerciales turísticos, han quedado completamente calcinados de la antigua ciudad de Dukezong, cuya historia se remonta 1.300 años aunque fue en 2001 cuando los dirigentes chinos decidieron rebautizarla como Shangri-la para aumentar su atractivo turístico. Además, se han perdido una construcción de la dinastía Ming (1368-1644) y gran cantidad de obras de arte tibetano.
No está clara todavía cuál fue la chispa que prendió el fuego, aunque las primeras hipótesis apuntan a un cortocircuito en uno de los muchos hostales de la popular localidad, situada en la frontera de la provincia sureña de Yunnan con la Región Administrativa Especial de Tíbet y punto de tránsito importante de la antigua ruta de la seda del sur. «El aire era muy seco y el viento soplaba fuerte, así que el fuego se extendió muy rápido», contó a la televisión nacional CCTV una de los afectados.