UGT de Andalucía trata de cerrar su crisis con la elección de una nueva líder
Las negociaciones de última hora con los criticos evitan el congreso extraordinario que pretendía la dirección nacional
SEVILLA.Actualizado:La federación andaluza de UGT confía en cerrar la crisis desencadenada por los escándalos contables y las denuncias por corrupción con la elección ayer, por amplia mayoría, de una nueva dirección, de carácter continuista, presidida por Carmen Castilla, la primera mujer que liderará un sindicato en la región. Las intensas negociaciones en los días previos para buscar el consenso diluyeron el rechazo del sector crítico, proclive a una gestora que abriera en canal la central en un congreso extraordinario, para eliminar de raíz cualquier sospecha de corrupción.
La candidatura de Castilla, que desde el pasado mayo ocupaba la secretaría de Igualdad y Políticas Sociales, partió de la Federación de Servicios Públicos, la agrupación más potente del sindicato andaluz -también la que más recelos despierta- y de la que han formado parte los últimos secretarios generales de UGT Andalucía. Es el caso de Manuel Pastrana, líder durante 15 años, o el recientemente dimitido Francisco Fernández Sevilla, número dos del anterior, bajo cuyos mandatos saltaron las supuestas irregularidades contables por el uso indebido de fondos públicos destinados a los trabajadores y que en realidad acabaron sufragando banquetes, comidas de feria o regalos para actos internos.
Aunque las demás federaciones veían la candidatura como un intento de tapar todos los problemas, finalmente se consiguió vencer ese rechazo con pequeñas concesiones, como la salida de los dos únicos miembros vinculados todavía con la 'vieja guardia' de Pastrana y Fernández, con lo que el cambio de caras logra en parte la imagen de renovación y juventud que buscaba el sindicato.
La dirección confederal, muy tocada por el escándalo, tampoco ocultaba su desacuerdo con esta fórmula continuista. Ayer mismo, el secretario de Organización, José Javier Cubillo, que asistió al comité andaluz, admitió que habría preferido la creación de una gestora y la celebración de un congreso.
Castilla, aun así, contó con el aval del 83% de los delegados al comité extraordinario, celebrado a puerta cerrada y sin acceso de la prensa. Y la oposición quedó reducida a 14 votos en blanco. Los disidentes, proclives también a la gestora y una renovación integral, incluida una investigación interna de las cuentas, insistieron en que sólo se ha hecho una «operación de maquillaje» que cierra «en falso» la crisis y lamentaron que se hubiera perdido una oportunidad única para buscar el debate abierto y la gestión transparente que reclaman las bases.
La nueva secretaria general de una de las federaciones más importantes de UGT -200.000 afiliados en Andalucía- es diplomada en Enfermería y licenciada en Derecho y Psicología y ha sido directora de la Oficina de Atención al Ciudadano de los hospitales de Sevilla. También atesora experiencia política. Fue concejal independiente en Écija (Sevilla). Según explicó ayer, llega al cargo para recuperar «la credibilidad» de un sindicato en horas bajas y marcar «un antes y un después» en la trayectoria de la central y, en un intento de frenar cualquier intento de crítica, argumentó que la organización ha realizado un intenso debate sobre lo sucedido en los últimos meses.