Un joven universitario ante una oficina de empleo. / Reuters
encuesta

La mitad de los jóvenes aceptarían un trabajo precario en cualquier sitio

El 53% considera que su situación actual es peor de lo esperado y el 76% cree que seguirán igual o peor este año, según un estudio de la FAD

MADRID Actualizado: Guardar
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El pesimismo y la frustración se ha instalado en los jóvenes españoles tras la larga crisis económica hasta el punto de que casi la mitad estaría dispuesto a aceptar cualquier trabajo con un bajo salario y en cualquier lugar. Esta desesperación se refleja en que la mayoría (53%) considera que su situación actual es peor de lo esperado y tienen una visión fatalista del futuro ya que un 76% creen que seguirán igual o empeorarán. Así se desprende del estudio 'Crisis y contrato social. Los jóvenes en la sociedad del futuro' realizado por el Centro Reina Sofia sobre Adolescencia y Juventud promovido por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y en la que han participado 1.000 jóvenes entre 18 y 24 años.

Esta visión fatalista tiene que ver con la falta de trabajo y las pocas expectativas para encontrarlo. Entre quienes tienen empelo más de un tercio (37,4%) considera bastante probable perderle en un año. Mientras que la inmensa mayoría de los jóvenes parados (71%) ve poco o nada probable encontrar un empleo en ese periodo. Esa desesperación lleva a que casi la mitad de los jóvenes (48,6%) esté dispuesto a aceptar cualquier trabajo en cualquier lugar y aunque tenga un sueldo bajo. Esto se refleja en el empleo precario de los jóvenes donde abunda (56,2%) los contratos temporales o la ausencia del mismo en un alarmante 17,1%. Además, este colectivo está dispuesto y ve bastantes probabilidades (61,7%) de tener que irse al extranjero para encontrar un empleo y un 84,9% ve muy posible tener que trabajar en lo que sea.

Los jóvenes no confían en que el futuro mejore esta situación. Así, el 61,7% considera muy difícil encontrar en los próximos tres años un trabajo para el que se ha formado y la mitad piensa que será muy complicado siquiera mantener cualquier trabajo. Estas dificultades económicas tienen sus consecuencias en otros aspectos de la vida. Por ejemplo, un 59,2% señala como muy difícil poder comprar o alquilar una casa y un 49,5% formar una hogar y una familia.

Culpables

Pero ¿a quién responsabilizan de esta deteriorada situación? El 70,9% señala directamente al Gobierno y los partidos políticos mientras el 50,7% culpa a los empresarios y banqueros, el 39,3% a la situación económica mundial y española, el 19,6% a la sociedad en general y solo un 5,1% a los propios jóvenes. Para tratar de solucionar los problemas, los encuestados apuestan en primer lugar (55,9%) por más ayudas para encontrar empleo, seguido de más incentivos a las empresas para que contrate jóvenes (39,2%), leyes para mejorar las condiciones laborales de este colectivo (35,8%), más ayudas a los jóvenes emprendedores (35,3%) o más ayudas para los estudios (34,4%).

Sin embargo, los autores del estudio destacan que los jóvenes no se resignan y apuestan decididamente (46,4%) por apoyar movimientos que propongan cambios profundos en el actual sistema económico, social, político e institucional. “Piensan que en el modelo actual no hay esperanza”, aseguró Eusebio Megías, director técnico de la FAD. Por su parte, un 28,3% prefieren apoyar a partidos o movimientos ciudadanos que propongan ciertas reformas pero respetando el sistema actual. Y solo un 9% considera adecuado apoyar a los gobiernos en sus políticas de recortes y ajustes.

Los jóvenes parecen tener claro que una de las consecuencias de esta crisis será el desmantelamiento del Estado de bienestar. Y es que solo un 13,8% cree que este modelo de protección social se mantendrá tras la crisis. Los encuestados reconocen que ellos han disfrutado de unas prestaciones mejores que sus padres, salvo en lo relativo a la estabilidad económica, pero consideran que sus hijos vivirán peor y tendrán menos opciones de acceder a esas ventajas.