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Dos hombres observan a varios ejecutados en la sede del EIIL de Alepo. :: MAHMUD AL-HALABI / AFP
MUNDO

Los rebeldes ganan la partida a Al-Qaida

Las milicias locales recuperan dos zonas clave tomadas por los yihadistas en un nuevo intento por liderar la lucha contra El-Asad

MIKEL AYESTARAN
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En menos de una semana de combates el Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL) ha perdido sus dos grandes bastiones en el norte de Siria. Primero fue la base en Raqqa, única capital de provincia sin presencia del régimen y en manos del grupo vinculado a Al-Qaida (AQ) desde marzo, y después las brigadas rebeldes locales lograron expulsar a los yihadistas de su cuartel general en Alepo, ubicado en un hospital infantil en el barrio de Qadi Askar, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. «Por el momento, no se dispone de información sobre cientos de combatientes del EIIL que se encontraban en el edificio», señaló el organismo con sede en Londres, que también informó de que en la parte baja del edificio se encontraron los cuerpos de decenas de hombres ejecutados.

El EIIL estaría tratando de reagrupar fuerzas para enviar refuerzos desde Deir Ezzor para mantener la lucha en Raqqa y Alepo, pero la poca información que llega desde la zona apunta a un repliegue a toda prisa de sus combatientes. Abu Mohamed al-Adnani, portavoz del grupo, hizo un llamamiento a las brigadas yihadistas «para que procuren que la ley de Dios reine para todos nuestros hermanos, líderes y soldados. Es la batalla de la nación y vosotros sí sabéis cuál es la verdad y cuáles son los trazos de la conspiración». Nada de pasos atrás, ni una petición de alto el fuego como la realizada 24 horas antes por el Frente al Nusra, brazo reconocido de AQ en Siria, el EIIL quiere «aniquilar totalmente» a los opositores que «han declarado la guerra» a su grupo, aseguró Al Adnani.

Tras meses de fricciones internas originadas por el control de las zonas conquistadas al régimen la lucha entre grupos armados de la oposición estalló el viernes después de conocerse la muerte por tortura de un comandante del Frente Islámico -alianza de grupos islamistas sirios- en una prisión del EIIL en Alepo. Desde entonces al menos trescientas personas han perdido la vida en los choques internos entre detractores de El-Asad, una lucha que a grandes rasgos enfrenta a las milicias locales con los militantes llegados del extranjero para hacer la yihad (guerra santa).

Liberados dos periodistas

En medio de la lucha interna entre opositores sirios se suceden las informaciones sobre la liberación y ejecución de detenidos y secuestrados por el Estado Islámico de Irak y levante. El embajador sueco en Beirut anunció la puesta en libertad del fotógrafo Niclas Hammarstroem y del periodista Magnus Falkehed, retenidos desde noviembre cuando entraron de forma ilegal a Siria para informar sobre el frente en las montañas de Qalamun, próximas a Damasco. Con las suyas son tres las liberaciones de informadores extranjeros tras la liberación del turco Bünyamin Aygün, que llevaba 40 días retenido.

Siria se ha convertido en «el país más peligroso del mundo», según Reporteros Sin Fronteras (RSF), que eleva a 27 el número de periodistas y 91 ciudadanos-periodistas sirios muertos desde el estallido de la crisis en 2011. Según esta organización más de 60 profesionales están detenidos, han desaparecido o han sido secuestrados como los casos de Marc Marginedas, Javier Espinosa o Ricardo García Vilanova, los tres reporteros españoles de esa lista que permanecen en el país desde septiembre en manos del EIIL.