Díaz se suma a quienes ven «señales positivas» de recuperación económica
La presidenta andaluza critica que Madrid quiera convertirse en un «paraíso fiscal»
SEVILLA.Actualizado:La presidenta andaluza se ha sumado al optimismo y a las teorías de quienes, como el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ven en este comienzo de año «señales positivas» de recuperación económica. En una charla coloquio ayer en Sevilla, Susana Díaz calificó de «importante estímulo» y «verdadera buena noticia» los datos de diciembre de altas en la Seguridad Social, especialmente buenos en Andalucía. Dijo que son datos que hay que acoger con esperanza, pero también «con prudencia, mucha prudencia», ya que, en su opinión, no se puede hablar de recuperación hasta que la creación de empleo sea percibida por todos.
La reflexión de Díaz fue seguida con atención por numerosos empresarios y directivos de bancos en el acto organizado por Europa Press Andalucía y Cajasol. Un tipo de auditorio cada vez más pendiente de la presidenta allá donde esta hable.
Díaz no parecía querer defraudarles y centró casi toda su intervención en materia económica en un tono optimista, de afanosa «vendedora» de lo andaluz y con su acostumbrada sinceridad.
Díaz tocó todos los palos de la economía y sobre el fiscal censuró que Rajoy consienta que el Gobierno de Madrid quiera convertir esta comunidad en un «paraíso fiscal». La presidenta se refería a la decisión del ejecutivo de Ignacio González (PP) de rebajar el tramo autonómico del Impuesto de Renta de las Personas Físicas (IRPF) con el objetivo de captar a personas adineradas y a empresas. «No tiene sentido estar discutiendo la cuestión territorial al mismo tiempo que hay comunidades autónomas que actúan para producir fuga de empresas y de capitales», lamentó.
Díaz reclama al Gobierno una reforma fiscal a fondo, pero cuestiona que esta se quede en rebajas del IRPF, el impuesto que en teoría grava más a los que más tienen, mientras se mantienen las subidas del IVA cuando hay familias con graves problemas para pagar los recibos de la luz y el agua. «Una rebajita en el IRPF no va a solucionar nada a esas familias», insistió.
En su intervención, la presidenta andaluza ofreció al Partido Popular formar parte de la próxima negociación con los agentes sociales para el que sería el octavo acuerdo de concertación social. Hasta ahora todos los anteriores se han negociado entre la Junta, la CEA y los sindicatos CC OO y UGT. Díaz no dio fecha sobre el comienzo de las negociaciones, paralizadas por los cambios de liderazgo en la CEA y UGT y por el escándalo de las facturas falsas que afecta a este sindicato. Sobre este asunto reconoció que nada ha hecho más daño a la concertación social que el fraude o desvío de «una mínima» parte de los fondos, pero defendió tanto la interlocución social, como la labor de los sindicatos. Prometió poner remedio al descontrol de las facturas como dijo haber tomado ya medidas para evitar fraudes como el de los ERE con las ayudas sociolaborales. Díaz reiteró su defensa de la «honorabilidad» de Chaves y Griñán en este tema.
Minería y construcción
La mandataria andaluza, que presumió de haber acometido sus compromisos de forma «rápida», avanzó que Andalucía cumplirá «razonablemente» con el objetivo del déficit. Susana Díaz también desveló algunas pautas de su política económica. Como sus antecesores, siempre ha defendido el turismo, la industria digital de los parques tecnológicos, la aeronáutica y la agroindustria como pilares del cacareado nuevo modelo productivo. Ayer hizo hincapié en la minería y en la construcción, tras las censuras de colectivos ecológicos por la posible amenaza medioambiental de ambas actividades. «Seré clara, yo quiero decirles aquí que, con todas las cautelas necesarias (...) no vamos a renunciar a que Andalucía se beneficie de sus recursos mineros», en referencia a los proyectos de cobre de las provincias de Huelva y Sevilla. Sobre la construcción hizo una advertencia en el mismo tono: «No vamos a sostener discursos muy bonitos, muy ideológicos, pero insostenibles en la práctica». «Hay que acabar con la especulación, no con el sector de la construcción», sentenció.
La presidenta también hizo una propuesta curiosa: mirar al sur, a África, y no solo a Europa, tras el registro histórico de exportaciones del pasado año. «Tenemos que ser aún más ambiciosos en el sector exterior», enfatizó.