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ESPAÑA

Un fuego provocado por una bengala obliga a desalojar a cuarenta familias

No hubo heridos, pero dos de los edificios afectados sufrieron importantes daños en su estructura y podrían tener que ser demolidos

ELENA VIÑAS
PASAIA.Actualizado:

Una bengala o un artilugio pirotécnico pudo ser la causa que originó el incendio que se produjo en Nochevieja en un barrio de la localidad de Pasaia (Guipúzcoa) provocó el desalojo de 40 familias, que aún ayer tampoco pudieron regresar a a sus hogares. Un equipo técnico de ingenieros y arquitectos visitó ayer el lugar del siniestro para evaluar el estado en el que ha quedado la estructura de los inmuebles, antes de decidir si ordena su demolición o no.

El fuego se inició en el tejado del número 5 de la calle Euskadi Etorbidea pasada la medianoche. Las primeras hipótesis que baraja la Policía apuntan a elementos pirotécnicos como causantes del fuego que se originó en el tejado de madera del inmueble y que poco a poco se propagó por el resto de la estructura, afectando también al edificio colindante y otros dos inmuebles más. Testigos presenciales aseguraron que momentos antes de iniciarse las llamas habrían visto caer sobre el tejado calcinado un cohete que se habría lanzado desde la parte alta del barrio.

Durante más de cinco horas, varias dotaciones de bomberos trabajaron para controlar las llamas y evitar que se extendieran a otros bloques cercanos, mientras cientos de personas se agolpaban en la calle. Aunque no se han registrado heridos, los servicios de emergencia tuvieron que atender a varias personas por crisis de ansiedad, trasladando a dos de ellas al hospital.

No hay que lamentar daños personales graves pero, por desgracia, los daños materiales son muy importantes. Hay personas que lo han perdido todo y otras podrían hacerlo en las próximas horas, si se confirman los peores pronósticos y hubiera que derribar los edificios.

Pese a que en un primer momento se procedió a desalojar cinco portales (5,7,9,11 y 13), los vecinos de dos de ellos (11 y 13) pudieron regresar a sus casas pasadas las 5 de la madrugada. El resto fueron acogidos por familiares y amigos, salvo una veintena de personas que tuvieron que pasar la noche en un albergue.