El PSOE sabe que necesitará a IU
El primer partido de la oposición asume que tendrán que pactar para recuperar varias comunidades y quizás para fines mayores
MADRID. Actualizado: GuardarAlfredo Pérez Rubalcaba no se cansa de repetir que «lo peor, para el PSOE, ya ha pasado». Y, algunos de los que analizan en su partido las encuestas con la meticulosidad de un cirujano, sostienen que eso de que ha llegado el fin del bipartidismo es un poco exagerado y que, en estos momentos, los socialistas aventajarían por dos puntos al PP en intención de voto. «Ni nosotros ni el PP -dicen- volveremos a superar el 40% del voto en unas generales pero tampoco bajaremos del 30% salvo que la participación caiga mucho». Ahora bien, no niegan que Izquierda Unida ha crecido mucho a su costa.
El principal partido de la oposición tiene esperanzas de recuperar en las autonómicas y municipales de mayo de 2015 los gobiernos de Aragón, Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana e incluso el de Madrid, pero con contadas excepciones asume -no sin cierto temor, dada la experiencia de los ejecutivos bipartitos, tripartitos y cuatripartitos de Galicia, Cataluña o Baleares- que tendrá que hacerlo en coalición.
Esa convicción ha llevado a que parte de la estrategia socialista, en este año crucial, consista en intentar desgastar a la formación que lidera Cayo Lara pero siempre teniendo claro algo: «Nosotros crecemos en competencia con el PP». Su afán, pues, es alimentar la idea del voto útil, no presentar a IU como rival. Lo que no quita para que en las últimas semanas se hayan hecho evidentes algunos dardos. Como el que lanzó Elena Valenciano cuando, sabedora de que el electorado de la meseta y del sur de España entiende mal la condescendencia con el independentismo, preguntó si Lara comparte el pacto de sus socios de ICV-EUiA con CiU y ERC para convocar un referéndum de autodeterminación.
Objetivo común
De un modo más sutil, la ejecutiva del PSOE trabaja con aquellas personas de prestigio en el entorno de la izquierda que, de cara a la Conferencia Política celebrada en noviembre, firmaron un manifiesto de colaboración con el argumento de que el objetivo común ha de ser «la derrota de la derecha que está aprovechando la crisis para empujar al desempleo y a la marginación a amplias capas de la sociedad y, especialmente, a los sectores más frágiles». A ese proyecto, al que se llamó 'Espacio abierto', se sumó gente como el juez Baltasar Garzón, el rector de la Universidad Complutense, José Carrillo; la viuda de José Saramago, Pilar del Río, o exdiputados próximos a Gaspar Llamazares como Mariano Santiso o Rubén Fernández.
La semana pasada la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, y el secretario de Organización, Óscar López, se reunieron con el antiguo responsable de comunicación de IU, José Mendi, para estudiar el modo de extender la colaboración por los territorios de cara a las próximas citas electorales. «La idea -insisten en Ferraz- es el diálogo entre izquierdas». Pero no ocultan que por esa vía aspiran a conectar con una parte del electorado que ahora está fuera de su órbita.
El principal partido de la oposición tiene claro que parte de su problema en las pasadas elecciones fue que sus potenciales votantes le situaban más a la derecha de la que se colocaban ellos a sí mismos, pero aseguran que ese desfase se ha corregido notablemente. En esa operación encaja su plan respecto a IU. Sobre todo, porque aseguran que en este momento el PP tiene un problema similar y, en su caso, dicen, es aún más grave. Los potenciales votantes de la formación que dirige Mariano Rajoy la perciben muy a la derecha y así corre el riesgo de perder el centro.