El año de las luces
Los economistas coinciden en que 2014 marcará la salida definitiva de la crisis en España, aunque la mejora del empleo aún tardará en llegar
BILBAO.Actualizado:Tras más de cinco años de crisis y de recesión económica -con la excepción de 2011, en el que el PIB creció un exiguo 0,1%- España parece afrontar al fin un año en el que se vislumbran más luces que sombras. Instituciones, organismos y servicios de estudios nacionales e internacionales apuntan en sus previsiones hacia la recuperación efectiva de la economía en 2014.
Un panel de expertos de reconocido prestigio consultados coinciden en esa misma línea y, si bien advierten que el año no estará exento de riesgos, se muestran en mayor o menor medida optimistas sobre el futuro a 365 días vista. Eso sí, el paro seguirá siendo la gran asignatura pendiente y aunque puede experimentar una leve reducción en la segunda mitad del año, no será muy significativa.
Joaquín Trigo Director general del Instituto de Estudios Económicos
«Como el cielo o el infierno»
O«El próximo año será un poco mejor que este, no mucho, pero ya 2013 ha sido mejor que el anterior y la diferencia entre caer o subir un poco, en esta situación, es como el infierno o el cielo. Las empresas han aprendido un poco a trabajar sin dinero exterior porque la banca no ayuda y eso también tiene su parte positiva. El sector público ha reducido mucho sus entes, aunque no tanto como debiera, y junto con otras actuaciones puede ayudar a que muchas empresas tengan menos costes y empleen menos tiempo en sus gestiones. También estamos empezando a tener un país más homogéneo en cuanto a las diferentes legislaciones autonómicas y eso agiliza la economía».
«A pesar de las dificultades que hay en el resto de la UE, 2014 será el año de la salida definitiva de la crisis. Aunque hay riesgos, pero son básicamente externos. Es decir, que nos compren menos porque Francia y Alemania está yendo un poco hacia atrás y eso se puede notar, y el resto de países mediterráneos, como Italia, están muy flojos. También nos podemos hacer daño nosotros mismos si no seguimos controlando el gasto público, y si el precio que pagamos por el dinero vuelve a subir perderemos el alivio que tenemos ahora».
«En cuanto al empleo, creo que podemos empezar a crearlo aunque no estemos creciendo mucho, porque las empresas pueden ya no tener tanto miedo a contratar al no tener que pagar tan elevadas indemnizaciones por despido».
Fernando Gómez-Bezares Director del Departamento de Finanzas de Deusto Business School
«Nuevos ajustes para reducir déficit y deuda»
O«El crecimiento no será lo suficientemente rápido como para absorber el alto nivel de paro. Eso va a ser una tarea muy larga, pero lo positivo es que al menos no se seguirá destruyendo empleo. En general, veo el año con un poquito de optimismo. Hay indicadores que nos dicen que la situación va a ir remontando con crecimientos de alrededor del 1%, e incluso creo que podríamos superar algo esa cifra».
«Hemos tocado suelo, la prima de riesgo ha bajado y las exportaciones han mejorado pero todavía hay situaciones sin arreglar, como el elevado déficit público, que es el primer riesgo que tenemos. Es insostenible que sigamos endeudándonos. Ya hemos superado el 100% del PIB en deuda, hay que buscar una manera de recuperar el equilibrio en las cuentas públicas y, probablemente, no haya más remedio que plantearse nuevas reducciones de gasto. Por otro lado, dada la importancia de nuestras exportaciones, vamos a depender bastante de cómo lo hagan las economías de nuestro entorno. Si la UE pega un revés y vuelve hacia atrás, nosotros también lo haremos».
Emilio Ontiveros Presidente de Analistas Financieros Internacionales
«Recuperación, pero tibia, dependiente e insuficiente»
O«Vamos hacia una recuperación económica tibia, dependiente e insuficiente. Tibia porque es difícil que la economía crezca más del 1%. Dependiente porque está muy sometida a lo que ocurra en el entorno europeo y si las economías de la Eurozona no crecen lo suficiente, la española puede permanecer en una fase de bajo crecimiento durante muchos años. Además, el entorno regulador bancario europeo no favorece la estabilidad financiera, la transición a la unión bancaria no está siendo suficientemente bien clarificada y eso no es bueno para el conjunto de la Eurozona. Y será una recuperación insuficiente porque crecer por debajo del 1,5% no reduce los dos principales desequilibrios que tenemos, el desempleo y la solvencia financiera de empresas y familias, que siguen manteniendo niveles de endeudamiento ciertamente elevados».
«El certificado de defunción de la recesión es un hecho, pero crecer por debajo del 1,5% no va a ser suficiente para que familias y pymes perciban claramente que la crisis ha quedado atrás».
Mari Carmen Gallastegui Catedrática de Economía de la UPV y exconsejera del Gobierno vasco
«Sin echar las campanas al vuelo, va a ser un año mejor»
O«Hay noticias claramente optimistas. Las proyecciones de los diversos organismos indican que, aún sin echar las campanas al vuelo, 2014 va a ser algo mejor. El sector exterior va a seguir tirando, la producción interna también parece que se va a ir recuperando, hay alguna señal de que el sector inmobiliario se empieza a mover. Si los poderes públicos mantienen el apoyo a los sectores productivos en general y vigilan los gastos innecesarios, las empresas pelean por la competitividad y por salir al exterior, y el sector financiero empieza a canalizar dinero desde el ahorro hacia la inversión, 2014 será mucho más positivo».
«Lo que todavía no alcanzamos a ver es la recuperación del empleo. Puede que en algún sector haya un repunte, pero no será suficiente para notar una mejora significativa. Ese problema aún no está canalizado ni hemos dado con la receta correcta».
«No obstante, y pese a que no anticipo que ocurra nada grave, vivimos en un mundo tan complejo y con tanta incertidumbre que no se pude descartar que de repente haya acontecimientos que nos desequilibren».
«En el orden interno, me da miedo que esta situación de inflación tan baja perdure mucho porque la economía puede entrar en un estado un poco mortecino. Y me preocupa mucho lo que está pasando con el precio de la electricidad. Sus subidas tienen un impacto muy negativo en los consumidores domésticos y en las empresas, en especial en las vascas, ya que supone elevar de forma muy importante sus costes de producción y, por consiguiente, afecta a su competitividad. Eso sí que puede ser un lastre para la recuperación».
Santiago Carbó Catedrático de Economía de la Bangor University británica e investigador de Funcas
«El año de la confirmación del punto de inflexión»
O«Será el año en el que se tiene que confirmar el punto de inflexión que se ha comenzado a emprender. El PIB puede ofrecer sorpresas positivas y buena parte de los analistas y el propio Gobierno pienso que lo revisarán al alza. Sería deseable que el consumo acompañara al buen comportamiento del sector exterior, algo que parece que ya se comienza a observar, aunque tímidamente. Y la inversión también podría dejar atrás los titubeos y ofrecer una tendencia al alza más marcada de lo que hemos visto hasta ahora».
«También se puede crear algo de empleo, pero esta parte de la transición va a ser más lenta y complicada. El punto de partida, con un 26% de paro, es una losa muy grande pero lo importante es que se genere un ritmo de creación de empleo más o menos constante. En lugar de abaratar más el despido, tal vez sea más efectivo simplificar contratos y emprender políticas de reciclaje y, en general, de formación activa bastante más eficaces de las que se han puesto en marcha hasta ahora».
«Por otra parte, somos miembros de una Eurozona donde los problemas aún no han acabado de resolverse. La unión bancaria es a muy largo plazo. Europa sigue siendo un conjunto demasiado heterogéneo y dado a la sorpresa y el remiendo. Para mí ese es el riesgo fundamental y por ello pienso que en 2014 el protagonismo volverá a ser del BCE más que de los gobiernos de la Eurozona».
Mari Sol Esteban Catedrática de Economía Aplicada de la UPV
«Donde se va a notar muy poco es en el empleo»
O«Todos los indicadores de que disponemos y todas las predicciones que se están haciendo apuntan a que realmente el año que viene va a crecer la economía no sólo en el País Vasco sino también en España, Europa, Estados Unidos... ».
«Donde se va a notar muy poco es en el empleo. En el sector público no va a crecer y en el privado, aunque los empresarios están empezando a ver también el futuro con cierto optimismo, tampoco dicen que vayan a empezar a contratar más en los próximos meses. Quizá mejore un poquito hacia el último tramo del próximo año».
«También hay que ver si el crédito va a terminar de fluir o no, que es uno de los factores que está lastrando las posibilidades de crecimiento de las empresas. El sector financiero prevé incrementar su volumen de crédito, aunque eso hay que verlo para creerlo. Pero la mayor parte de los elementos que nos han estado lastrando en los últimos años han empezado a cambiar y eso nos hace ser moderadamente optimistas».
Miguel Cardoso Economista jefe para España del BBVA Research
«El crecimiento del empleo podría anticiparse»
O«El crecimiento que ya se ha iniciado continuará hasta el 1% del PIB el año que viene. Las exportaciones, con un entorno positivo por la recuperación del principal destino, que es Europa, deberían beneficiar sobre todo a autonomías como el País Vasco, que tiene una fuerte dependencia de Francia y Alemania. También vemos una mejor posición de familias y empresas, de incremento en sus ahorros que en un entorno de menor incertidumbre se deberían trasladar hacia una mayor inversión. Asimismo, el sector público, donde ha habido esfuerzos muy potentes, ya no va a restar tanto del crecimiento. Para lograr reducir el déficit en 2012 el Gobierno tuvo que implementar medidas por valor de entre el 4,5 y el 5% del PIB; este 2013, las medidas han supuesto alrededor de dos puntos del PIB; mientras que para 2014 sólo serán necesarias medidas por un punto de PIB, lo cual creemos que se dejará notar en la demanda interna».
«También vemos signos positivos en el empleo y su crecimiento podría anticiparse a lo que pensábamos por los efectos de la reforma laboral, ya que ahora la economía puede ser capaz de crear empleo con niveles más bajos de crecimiento del PIB».
«De todas formas, la recuperación económica será lenta porque aún estamos absorbiendo el exceso del mercado inmobiliario. Y en el exterior, es clave que Europa continúe avanzando hacia una mejora de la institucionalidad y especialmente hacia la unión bancaria. Si esto descarrila podría afectar de manera importante a las perspectivas de crecimiento».
Sara de la Rica Catedrática de Economía de la UPV y directora de la cátedra FEDEA del Banco de España
«Aumento de la contratación tenue y de forma precaria»
O«Claramente se presenta algo mejor que 2013 y que 2012, que fue nefasto. Se ve algo de luz en términos de reactivación económica. Sectores tractores de nuestra economía parecen comenzar a percibir estímulos notables en la demanda de sus productos y éste es el primer paso tangible de la reactivación. También se percibe en los últimos dos meses un repunte en el comercio minorista, lo que parece apuntar hacia una mejora en las perspectivas de los consumidores, pieza clave para que el consumo y en consecuencia la demanda también comience a cambiar de signo. Confío en que en 2014 veremos por fin un cambio de tendencia suave hacia la recuperación».
«La del empleo llegará tras el repunte de la demanda, pero me temo que el aumento en la contratación será tenue, y sobre todo se utilizarán mecanismos de contratación precarios, como ha sucedido hasta ahora. Esta es una de nuestras tareas pendientes. Otra es que no todos los trabajadores tendrán las mismas oportunidades de empleo. Algunos necesitan ayudas para la adaptación al mercado, como los parados de larga duración, cuyo capital humano está totalmente depreciado tras tanto tiempo en el desempleo».
«Deberíamos aprovechar esta crisis para aprender de nuestras deficiencias en el modelo de relaciones laborales. Ser capaces de percibir los enormes costes económicos y sociales de la precariedad laboral, de la carencia de relaciones fluidas entre los agentes sociales que facilitan acuerdos y agilizan la adaptación a los cambios, y de la imperiosa necesidad de que las políticas activas funcionen 'activando' a los trabajadores que pierden su empleo».
Ramón Adell Vicepresidente de la Confederación Española de Directivos y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona
«Puede que el año depare sorpresas agradables»
O«Será un año de leve crecimiento pero posiblemente con alguna sorpresa agradable en la medida en que puede ser algo superior al que apuntan las previsiones. De las crisis de deuda como esta se puede salir de tres formas: con quitas, con inflación o con crecimiento. Las quitas no parecen previsibles y la inflación la controla a rajatabla el BCE, así que sólo queda el crecimiento, que será más o menos rápido en función de que Alemania relaje o no su política de austeridad. En la medida en que podamos aprovecharnos de esa relajación también podremos dar un impulso al crecimiento por encima de las previsiones».
«La gran asignatura pendiente seguirá siendo el empleo. Hasta que el crecimiento no sea significativo, del 1,5-2%, y de forma continuada durante una serie de años no se podrán generar puestos de trabajo suficientes».
«Por otra parte, el mayor riesgo para la economía somos nosotros mismos, porque aún estamos al comienzo de una situación de mejora en la que queda muchísimo por hacer y debemos evitar caer en la autocomplacencia al ver que ya estamos algo mejor».
Rafael Pampillón Profesor del IE Business School y catedrático de la Universidad San Pablo CEU
«Podemos ir hacia un crecimiento del 1,5%»
O«La situación mejorará sensiblemente y aunque la mayoría de los analistas vaticinan un crecimiento del PIB de alrededor del 1%, yo iría más bien hacia un 1,5%. Se ha dejado de destruir empleo, el consumo se anima, la bajada del precio de la vivienda ha empezado a parar después de reducirse casi un 40%, también parece que se ha dejado de corregir la caída del poder adquisitivo de los trabajadores, y la inversión en bienes de equipo y las exportaciones siguen tirando».
«Soy muy optimista para el año que viene. Será el año de la recuperación. Se han hecho ajustes muy duros en el mercado laboral, en el mercado de la vivienda, con menos éxito en el sector público, pero creo que se van corrigiendo los desequilibrios y aunque de forma dura y austera. hemos sentado las bases para un crecimiento económico sostenido y de empleo futuro duradero a largo plazo, si bien todavía costará mucho digerir el gran volumen de paro que tenemos».
«En cuanto a los riesgos, no son tantos: el precio de las materias primas, que yo no veo que vayan a incrementarse, la subida de los tipos de interés en EE UU y un menor crecimiento en los países emergentes. E internamente, el riesgo de la complacencia, de que después de haber hecho las cosas relativamente bien, el Gobierno se relaje porque el año que viene hay elecciones europeas y el siguient, municipales y autonómicas, y después, las generales».
Luis Caramés Presidente de la Organización de Economistas de la Educación y catedrático de la Universidad gallega de Santiago
«Si Alemania se permitiese una ligera subida salarial, ayudaría bastante»
O«Hemos salido técnicamente de la recesión, pero el crecimiento basado sólo en la demanda externa -que se ha dinamizado mucho a consecuencia, entre otras cosas, de la devaluación interna salarial- no es suficiente para alcanzar una adecuada velocidad de crucero».
«A mi juicio, la 'bomba' se cebaría, y no sólo en España, sino en el conjunto del sur de Europa, si Alemania dejase crecer un poco sus precios, es decir, se permitiese una ligera subida salarial. Eso ayudaría bastante a terminar de superar esta crisis. En este sentido, resta saber, aunque parece que las cosas van a seguir de momento igual, si la recientemente formada coalición de gobierno con los socialdemócratas hace cambiar la postura tan rígida que hasta ahora ha mantenido Angela Merkel».