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La reforma del aborto desata las primeras críticas en las filas populares
Cristina Cifuentes aboga por «una regulación de plazos» y el presidente del PP guipuzcoano, Borja Sémper, pide «libertad de voto»
Actualizado: GuardarLa reforma del aborto amenaza con dividir al PP. Y es que menos de una semana después de su aprobación en el penúltimo Consejo de Ministros del año las primeras voces discrepantes en el partido del Gobierno se han hecho oír con contundencia, en unos casos para pedir cambios en el anteproyecto, pero en otros para solicitar directamente la libertad de voto. El Ejecutivo era consciente de la controversia que generaría la modificación de la ley no solo en la oposición, sino en sus propias filas, al imponerse las tesis más conservadoras. Por eso retrasó su aprobación hasta finales de diciembre, -en víspera de las fiestas navideñas- después de semanas de debate interno. Sus temores se han convertido en realidad. Ayer varias voces en el PP mostraron públicamente sus reticencias a una normativa que restringe a dos los supuestos para abortar (violación y grave peligro para la vida o la salud física y psíquica de la mujer), lo que supone ir más allá de la ley de 1985.
Una de las más claras en expresar su posición contraria a la «opinión mayoritaria del PP» fue la delegada de Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, quien reconoció en una entrevista en RNE estar más de acuerdo con una «regulación de plazos que de supuestos». Es decir, más similar a la ley actual que ha la propuesta por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Sin embargo, aunque Cifuentes mostró su discrepancia, también recordó que la modificación de la ley del aborto estaba recogida en el programa electoral del PP y, por tanto, entiende que hay que cumplir con esa promesa. En cualquier caso, Cifuentes aseguró que el proyecto se encuentra todavía en una «fase muy inicial» de su tramitación y, por tanto, puede haber cambios.
En cualquier caso, la delegada del Gobierno recordó que el aborto es un tema «muy complicado» que provoca una «división grande» en la sociedad. Además, restó importancia al hecho de discrepar en este asunto con su partido: «Igual que no todos los votantes piensan lo mismo de todos los temas, no todos los cargos públicos del PP y militantes tenemos que pensar lo mismo. Las opiniones caben todas».
Una de las principales críticas a la reforma impulsada por el ministro Alberto Ruiz-Gallardón tiene que ver con la desaparición del supuesto de malformación fetal, que solo podrá aducirse en casos «incompatibles con la vida» previo informe de dos especialistas. Este supuesto sí estaba contemplado en la ley de 1985, pero la propuesta de Justicia no lo incluye. «El anteproyecto de ley debe afinar un poco más en lo relativo al supuesto de malformaciones en el feto», aseguró el presidente del PP de Gipuzcoa, Borja Sémper, en una entrevista en Efe.
El dirigente popular no dudó en reconocer que parte del contenido de la ley no le gusta. En concreto, criticó el proceso por el cual es necesario solicitar dos opiniones médicas para confirmar el diagnóstico de malformación y lo consideró «especialmente complicado» y «dramático». «Hay que perfeccionarlo y hacer menos doloroso ese proceso para las parejas que afrontan una noticia tan dura y complicada», insistió Sémper. El dirigente vasco dio un paso más y abogó porque el partido permita «votar en conciencia».
Cumbre europea
El secretario general de Nuevas Generaciones del PP, Javier Dorado, fue especialmente crítico con la reforma. «Creo que la mujer que lleva en su vientre a un feto es la mejor preparada para proteger al no nacido, mucho mejor que el Estado», aseguró en su Twitter. El dirigente juvenil del PP insistió en la necesidad de regular el supuesto de malformación «máxime cuando el Estado no es capaz de garantizar, por motivos económicos, el desarrollo de la Dependencia». Además, reconoció que «hoy el sentir mayoritario no es favorable al anteproyecto», por lo que pidió al Gobierno «pedagogía» y voluntad de acuerdo.
Por su parte, el PSOE continúa tejiendo su estrategia contra la reforma del aborto. Su número dos, Elena Valenciano, anunció ayer tras reunirse con un grupo de europarlamentarios la convocatoria de una cumbre europea en Madrid «por la libertad de las mujeres» donde esperan que asistan personalidades no solo socialdemócratas, sino conservadoras o liberales, además de asociaciones de mujeres. Valenciano volvió a apelar a las voces críticas dentro del PP, especialmente la de las mujeres, contra un texto que, en su opinión vuelve a tratarlas como «el sexo débil o incapaz».