El PNV busca un «nuevo estatus» para el País Vasco a través del cauce legal
Los nacionalistas, a diferencia de Cataluña, abren el debate del autogobierno «sin prisa» y con el reto de igualar el gran acuerdo de 1979
BILBAO. Actualizado: GuardarEl PNV abrió ayer oficialmente el debate para la «revisión y actualización» del autogobierno al registrar en el Parlamento de Vitoria la iniciativa para crear la ponencia de la que espera que salga un nuevo estatuto sustentado sobre un «amplio consenso político y ciudadano» que supere o iguale el logrado en torno a la Carta de Gernika en 1979.
El País Vasco retoma al camino para la consecución de un «nuevo estatus» político, pero, a diferencia de Cataluña, no ha elegido la vía de la confrontación institucional sino la de un acuerdo previo entre nacionalistas y autonomistas vascos y su negociación posterior en las Cortes Generales, según la vía legal para la reforma estatutaria fijada en la Constitución y en el texto de Gernika.
El presidente nacionalista, Andoni Ortuzar, reconoció que el debate sobre la reforma del autogobierno vasco es una «aventura compleja» en la que, en todo caso, su partido se embarca esperanzado porque, según subrayó en plena efervescencia del desafío independentista catalán, «por primera vez en muchos años el clima político vasco es más sereno que el español». «Aprovechemos esa circunstancia», instó el líder nacionalista, que confió en lograr en primera instancia -la negociación en Madrid sería una segunda fase del proceso- un acuerdo interno entre vascos al que pudieran incorporarse los «extremos», en alusión al PP y a la izquierda abertzale, que no respaldaron expresamente el marco político y jurídico pactado hace 35 años y aprobado en referéndum con más de un 90% de 'síes', pero con una abstención superior al 41%.
La comparecencia de Ortuzar dejó claras varias cosas. La primera, que Euskadi no es Cataluña ni el PNV se parece ahora mismo a Convergéncia. La segunda, que la formación nacionalista ha aprendido la lección del exlehendakari Ibarretxe -que partió de una hoja de ruta tasada al detalle y se encontró con sucesivos portazos políticos y judiciales y con la consiguiente frustración y desgaste en las urnas- y pretende ahora quemar etapas a la inversa y «sin prisa». Es decir, recorrer un camino que Ortuzar reconoció que «no será fácil» -«no somos ilusos ni el espíritu navideño nos ciega», bromeó-, pero partiendo de cero y sin «prejuzgar» el trabajo que los grupos deben hacer en la ponencia que arrancará seguramente en febrero, una vez que la proposición no de ley registrada ayer complete el trámite habitual y sea, primero, calificada por la Mesa y, después, aprobada en pleno una vez que se abra el nuevo período de sesiones.
Prudencia y críticas
De momento, todos los grupos de la cámara de Vitoria han confirmado que participarán en el órgano de debate, que arrancará sin ningún corsé previo por expreso deseo de un PNV que ayer apeló en todo momento al consenso y el diálogo.La decisión del PNV de crear la ponencia para revisar el modelo de autogobierno fue acogida con enormes dosis de prudencia, e incluso críticas abiertas, por el resto de fuerzas con representación en el Parlamento vasco, la mayoría de las cuales no cerraron la puerta a una revisión del actual «estatus», pero con objetivos del todo diferentes.
Desde EH Bildu, el principal grupo de la oposición, se recalcó que acudirán con una actitud «constructiva» al foro parlamentario, en el que, a su juicio, se debe fijar «quién decide, qué puede decidir y para qué decidir». «El PNV debe escuchar a sus propios votantes para conocer cuál es el sentir mayoritario de la sociedad vasca, que siente que el ciclo de autonomías está agotado y que es necesario iniciar una nueva andadura», recalcó la portavoz de la coalición, Laura Mintegi.
Si EH Bildu empuja al PNV hacia la senda soberanista, los socialistas tiran en sentido opuesto. La formación liderada por Patxi López dejó claro que está dispuesta a negociar una posible reforma estatutaria, pero dentro de unos límites. El deseo y la voluntad del PSE es que la ponencia sirva para evaluar lo mucho conseguido hasta ahora, identificar mejoras en nuestro autogobierno y ampliar, si fuera factible, el amplio acuerdo que refrendó el pacto estatutario», señaló en tono positivo la portavoz socialista, Idoia Mendia.
Pero desde el PSE también se lanzó una advertencia a los nacionalistas. «Estaremos muy vigilantes para evitar que este órgano parlamentario se convierta en una subasta de proyectos particulares, y, menos aún, en palanca para planteamientos que puedan fracturar y enfrentar a la sociedad vasca», recalcó en una línea similar a la del PP, cuyo portavoz, Borja Sémper, se mostró «escéptico» con el foro. «Euskadi es un Ferrari, pero el PNV lo conduce como si tuviera un 600. El potencial de nuestro autogobierno es todavía inmenso, no se me ocurre qué hay que superar para tener una herramienta mejor», subrayó Sémper.