Las luces y sombras de Peña Nieto
A pesar de cumplir sus promesas de campaña, la polémica reforma energética complica el primer año de mandato del presidente mexicano
LA HABANA. Actualizado: GuardarEnrique Peña Nieto puede irse de vacaciones navideñas con la tranquilidad de haber cumplido sus promesas de campaña. Logró lo que parecía imposible al sacar adelante cinco reformas en su primer año de Gobierno. La energética ha sido la más polémica y reciente. Era proclamada este mismo viernes entre felicitaciones de los priistas y panistas, y multitudinarias marchas de protesta de la izquierda.
Tras meses de discusiones legislativas, con representantes casi a punto de llegar a las manos, borradores por el aire y hasta el desnudo de un diputado, el Congreso y el Senado dieron luz verde a la reforma de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, que el viernes era promulgada en un acto solemne por el mandatario del Partido Revolucionario Institucional (PRI). México «superó mitos y tabúes» y recaudará dinero para tiempos difíciles, afirmó.
En el Palacio Nacional, en el mismo marco donde el también priista general Lázaro Cárdenas nacionalizó la industria petrolera en 1938, Peña Nieto adelantó que en breve presentará las leyes secundarias que «invariablemente mantendrán el espíritu audaz y de vanguardia» de la reforma. Destacó que «se fortalecerá la soberanía nacional y se incrementará la seguridad energética de México».
El presidente asegura que se mantiene la propiedad de la nación sobre Pemex, CFE, hidrocarburos y la renta petrolera. Pero el cambio constitucional permite «una mayor rendición de cuentas. Por ejemplo, en cuestión de exploración, extracción de petróleo y gas natural, cualquier contrato que otorgue el Estado podrá ser consultado por la ciudadanía», dijo. A los trabajadores del sector petrolero les garantizó que «sus derechos laborales están salvaguardados y serán plenamente respetados». Y tranquilizó a la ciudadanía asegurando que la economía familiar mejorará al abaratarse los precios de la luz y el gas, incluido los combustibles.
Descontento de la oposición
Desde la izquierda expresan su descontento, tanto desde el Partido Revolucionario Democrático (PRD), con el hijo del general Cárdenas, Cuauhtémoc, a la cabeza, como de Morena, el movimiento escindido del PRD que lidera el también excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, y de otros movimientos sociales. El PRD planea presentar en el 2015 un referéndum revocatorio y advirtió a los posibles inversores para que se lo piensen bien antes de entrar al negocio petrolero. Intelectuales destacados, como el historiador Lorenzo Meyer o el productor Epgimenio Ibarra, entre otros muchos, consideran que la reforma es una privatización del bien nacional, pues, aunque no cede la propiedad, se acepta que empresas privadas, nacionales y extranjeras participen en la exploración, explotación y comercialización, lo que consideran una privatización encubierta.
De todas formas, Peña Nieto mira adelante en su empeño de reestructurar las disfuncionales instituciones del país. A poco de asumir el poder, el 1 de diciembre del 2012, logró un acuerdo sin precedentes con los principales partidos de oposición: el 'Pacto por México'. Después sacó la reforma de las telecomunicaciones, un sector que ejerce un monopolio y dominan las grandes fortunas, como la del millonario Carlos Slim. Así mismo, el parlamento dio luz verde a la reforma educativa, que incluyó el encarcelamiento de la otrora todopoderosa 'lideresa' del sindicato de maestros Elba Esther Gordillo, pero no acaba de arrancar porque depende de que los gobiernos locales la apliquen. Luego sacó adelante la fiscal, la del sistema bancario y ahora la del sector petrolero.
Pese a la legislación progresista, la corrupción ha consumado su efectiva implementación en la sociedad. El narcotráfico ha alcanzado a las instituciones y lo mismo paga a funcionarios de cualquier nivel que a policías. De ahí que la población sea escéptica sobre los resultados. Respecto a la violencia, mantiene la misma política de su predecesor, Felipe Calderón: un despliegue militar que provocó una sangría en el país. Ha prometido que el mes próximo presentará una estrategia para contener y disminuir los índices de secuestro, delito que admitió ha aumentado en los últimos meses, pero llamó a no ser «triunfalistas y a bajar menos la guardia».
En cualquier caso, Peña Nieto insiste en que con sus reformas «comienza una nueva historia para el país». «Hemos abierto las puertas de un futuro mejor para todos».