La llama de la oposición se apaga en Kiev

La última jugada maestra de Putin ya está dando sus frutos. El acercamiento entre los gobiernos de Ucrania y Rusia, que supone la entrega de 15.000 millones de dólares y la reducción del precio del gas, se tradujo ayer en manifestaciones favorables a la Unión Europea mucho menos numerosas. Aproximadamente 15.000 personas se congregaron en la plaza de la Independencia de Kiev, punto de encuentro de los opositores al presidente Viktor Yanukovich desde que éste optara por no firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea.

Aunque el boxeador Vitali Klitschko, uno de los líderes de esta resistencia ciudadana, afirmaba que «seguirán luchando y no abandonarán», la decepción por la menor participación marcó la tónica de la nueva jornada de protestas. «Los manifestantes hicieron todo lo que pudieron, pero ahora le toca a la oposición trabajar entre bambalinas para debilitar al poder», declaró un estudiante. Vasil Gulii, un empresario de 49 años, criticó el papel de Europa, ya que a su juicio «ha puesto fin a sus presiones sobre Yanukovich para que el cambio se haga efectivo».

El pasado viernes, los mandatarios de la UE expresaron su «preocupación» por la situación de la exrepública soviética al terminar la cumbre de Bruselas. La presidencia lituana aseguró que el bloque sigue dispuesto a cooperar con el país, pero no «necesariamente» con la actual administración.

El propio Yanukovich ha negado que el acuerdo económico con Moscú sea un impedimiento para acercarse al resto de naciones del Viejo Continente, si bien precisó que Ucrania podría integrarse parcialmente la unión aduanera encabezada por Rusia y denunció la «injerencia» de los occidentales que apoyan a la oposición.