Sociedad

Un monumento al pasado árabe enlucido en réplicas de azulejo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El mercado de San Francisco está en pleno casco histórico de Vejer, en la calle del mismo nombre y frente al teatro. Se puede acceder tras cruzar un arco desde la calle Juan Relinque o subiendo unas escaleras desde la calle Los Remedios. Desde fuera no llama mucho la atención: una fachada blanca con dos puertas. El interior tiene forma de U y aloja once puestos, más tres exteriores. Pero cuando se entra la cosa cambia. Hay cierto toque oriental, un recuerdo al pasado árabe de Vejer. Todo lo marcan unas impresionantes réplicas de azulejos blancos con flores y motivos vegetales en tonos pastel. Digo lo de réplicas porque en verdad los azulejos son trozos de material plástico, eso sí, imitan a la perfección la cerámica, dan el mismo pego que algunas excelsas croquetas congeladas. Las paredes están pintadas en color oscuro, salvo dos montajes en madera situados en las puertas. Los puestos tienen una estética que recuerda a los gastrobares con sus paredes cubiertas con papel a rayas verticales.

En medio de los puestos, varios carritos que simulan puestos de feria rodeados de bancos. Ahí se pueden sentar los clientes para tomar las tapas que sirven. Hay de todo. A la entrada, un puesto de pescado frito que va en cartuchos y pollos asados, ya que el mercado está pensado también para que los clientes se lleven la comida preparada.