Economia

«Las empresas hemos podido hacer disparates, pero los bancos ayudaron»

Muy crítico con todos los actores, incluidas las administraciones y parte de los ciudadanos, ve un sector que continúa «prácticamente parado» Fernando Rodríguez-Avial Presidente G-14

MADRID. Actualizado: Guardar
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El que esté libre de pecado que tire la primera piedra..., y pocos podrían hacerlo en el tema de la vivienda. Es lo que sugiere Fernando Rodríguez-Avial, presidente del G-14 -y de la firma Testa-, el grupo de las grandes inmobiliarias.

-¿Hágame un pronóstico general del 'enfermo' inmobiliario?

-Yo diría que la situación sigue siendo muy difícil porque el mercado de la vivienda necesita financiación para moverse y ya hemos visto que esta continúa en niveles muy escasos. Eso altera la normalidad de las operaciones, sin olvidar que aún arrastramos un 'stock' de más de 600.000 casas que no se colocan.

-Pero algo sí se está moviendo en el mercado, ¿no?

-Sí, pero la actividad es aún pequeñísima. De hecho, este año solamente habremos vendido entre 30.000 y 35.000 viviendas de nueva promoción en todo el país. Si le sumamos el 'stock' al que se ha ido dando salida y las casas de segunda mano, tendríamos unas 300.000 operaciones anuales. Eso significa que el sector continúa prácticamente parado y que sus empresas siguen con enormes dificultades financieras. Muchas han tenido que recurrir al concurso de acreedores, mientras el resto está sobreviviendo como puede.

-En la bajada de precios, ¿sí hemos llegado ya al final del camino?

-Parece que nos estamos acercando al límite final del descenso, e incluso en algunas zonas ya lo hemos alcanzado, sobre todo porque desde 2007 han bajado de media más de un 40%. No olvidemos que ya casi tenemos viviendas en algunas zonas a precios de plazas de garaje en otras. Pero que nadie oiga cantos de sirena diciendo que los precios se van a recuperar en cinco o seis años, porque esta vez la burbuja y la crisis han sido tan gordas que se tardará en ver una línea ascendente.

-¿Cómo valora la llegada de nuevos fondos de inversión?

-Pues que algunas de esas inversiones ni crean un mercado nuevo ni dan estabilidad. Es gente que viene a obtener tasas de rentabilidad muy altas, y a ser posible en poco tiempo. Y lo lograrán... o no. Su fin último no está acorde con lo que debería ser la normalidad del sector.

-Sin quitar responsabilidad a las inmobiliarias, los bancos han tenido mucho que ver en todo esto.

-Soy extraordinariamente autocritico con mi sector porque no hemos sabido ver lo que se nos venía encima por falta de profesionalidad y hemos creído que se podían mantener niveles de precios altos 'sine die'. Dicho ello, el sector financiero también tiene su responsabilidad, incluso superior, pues contra el vicio de pedir está la virtud de no dar. Las empresas podemos haber hecho disparates, pero los bancos ayudaron porque debían haber dicho 'hasta aquí'... y controlar el crédito.

-¿Y las administraciones?

-Estarían en el mismo saco. ¿O acaso no han jugado a subastar suelos, a venderlos y a financiarse con el 'ladrillo' como fuera? También ellas, y sobre todo los ayuntamientos, han contribuido a tales excesos.

-¿Qué me dice de los ciudadanos?

-Que si bien la mayoría pueden considerarse víctimas, pues van a pagar durante 30 o 40 años hipotecas de casas cuyo valor real va a resultar en muchos casos claramente inferior al del préstamo que se les dio, también hubo quienes aprovecharon para intentar especular, quienes creyeron que les podía tocar la lotería invirtiendo poco dinero en una obra.

-Todo el dinero que se ha inyectado en la banca para sanearla, ¿cree que se podrá recuperar algún día?

-Soy muy pesimista. Creo que las pérdidas que se han provisionado en la banca vinculadas a la vivienda tornarán en definitivas. De hecho, ya hay mucho dinero que se ha ido por la alcantarilla. Eso lo tenemos que entender todos los españoles que, vía impuestos, hemos contribuido a esas ayudas públicas. Lo que espero es que realmente se haya aprendido la lección para muchos años.

-La Sare, el denominado 'banco malo', ¿era otro mal necesario?

-Sí, aunque su único objetivo debe ser vender lo máximo posible en el menor tiempo, sin agotar sus 15 años de plazo. Y todo eso sin esperar ganancias hipotéticas; con recuperar la inversión prevista ya sería bastante.