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Unos 70 afectados de Aifos reclamarán en los juzgados a los bancos cuatro millones
Pretenden acogerse a una sentencia ratificada por la Audiencia provincial de Albacete que hace pagar a las entidades a pesar de no contar con aval bancario
Actualizado: GuardarYa ultiman la documentación, pero la decisión está más que tomada. Unos 70 afectados de la promoción Cala del Sol, que perdieron sus viviendas tras acogerse la promotora Aifos a un concurso de acreedores, demandarán a las entidades bancarias que financiaron los bloques, que ahora además gestionan y tienen en venta tras adjudicárselos en el proceso. Cada uno solicitará una cantidad entre los 60.000 y 70.000 euros que pagaron para obtener la llave que nunca cogieron. Esto eleva la cifra que se solicita a unos cuatro millones de euros.
Todo ello amparándose en un antecedente reciente y que les da esperanza para recuperar su dinero, ya que la Audiencia Provincial de Albacete ratificó una sentencia que condenaba a una entidad a devolver el dinero a 55 compradores. La promoción que iban a comprar se paralizó y perdieron la casa y el dinero, hasta ahora que podrían recuperar su casi millón y medio invertido a pesar de no contar con aval bancario.
La Sentencia civil, declara resueltos los contratos de compraventa, que se firmaron entre 2005 y 2007, por una demora excesiva en el cumplimiento de los mismos, por la falta de la licencia de primera ocupación de las viviendas y la falta de aval bancario, que venía recogido como obligación legal en los contratos de compraventa que se firmaron.
Una situación calcada a la que se enfrentaron los afectados de Aifos si bien en este caso eran más de 200. Ahora, tras un tortuoso camino en el que perdieron la batalla para recuperar sus viviendas, unos 70 vuelven a pelear para recuperar su dinero, tras comprobar como los bancos se han hecho con los bloques y han puesto los pisos a las ventas, dándoles una opción preferencial pero sin respetar las cantidades que dieron en un primer momento. Unas condiciones que no convenció a nadie, saliendo las viviendas a la venta de manera ordinaria aunque con unas pronunciadas rebajas por la situación económica.