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‘Supervinos’ recomienda una selección de vinos asequibles. / Foto y vídeo: Ó. Chamorro
ENOLOGÍA

'Supervinos' a precio de bolsillo

Llega la quinta entrega de una guía que repasa los mejores vinos económicos, de poco más de uno a catorce euros, distribuidos por los supermercados españoles

SERGIO PEREA
MADRIDActualizado:

Apenas cuatro euros desembolsa de media un español cada vez que compra una botella de vino, según los datos manejados por el sector. Pese a albergar la mayor superficie vitinícola del mundo y algunas de las denominaciones de origen más prestigiosas, España carece de una cultura enológica que sí atesoran, con sobrada eficacia, franceses o estadounidenses. Este escenario poco alentador impulsó a Luis Tolosa, sociólogo de formación y catador de largo recorrido, a incorporar a su profusa bibliografía una práctica guía consagrada a ribetes más ajustados que no están reñidos con la calidad. En ‘Los supervinos 2014’ (Los libros del lince, 2013), encontraremos cien vinos “buenos y económicos” con un nexo en común: podemos encontrarlos en cualquier supermercado.

Aquella innovadora iniciativa irrumpió en las librerías en 2010 con un éxito reseñable. La primera edición de ‘Los Supervinos’ conquistó a crítica y público. Reconocida como la mejor guía de vinos de España, llegó a quedar tercera en un certamen internacional celebrado en París. Toda una hazaña con un libro de bolsillo de tan acotadas pretensiones. Como su autor recuerda, el jurado se mostró perplejo ya que “en ningún país se podría elaborar una guía de calidad por debajo de los siete euros”. Lejos de nuestras fronteras el listón se sitúa en los veinte dólares. Parece que ni el preciado brebaje español ejerce como profeta en su tierra.

Durante los años de oprobiosa opulencia, el síndrome de nuevos ricos también salpicó al campo enológico. Presentarse en sociedad con una botella adquirida en un supermercado era poco menos que un suicidio personal. Una percepción inédita fuera de España, donde acudir a estos establecimientos para procurarse un buen vino está plenamente normalizado.

Cuestión de márketing

El artífice de la guía, que ha recorrido decenas de comercios ‘de barrio’ hasta paladear cerca de trescientos vinos ‘ajustados’, desmiente el mito que asocia precio y calidad y afirma que “aquí se venden a cuatro euros vinos que perfectamente podrían ofrecerse por veinte”. La clave está en el sentido comercial que, añade Tolosa, se ha ido reparando “en los últimos quince años”. “

Algunas denominaciones de origen han multiplicado por diez el precio de sus vinos al sumar el incremento de la calidad con el diseño de estrategias de venta que valoren adecuadamente el producto”, subraya. Los supermercados ponen su granito de arena al “actualizar y mejorar la oferta y presentación de los vinos”. En algunos casos no distan ya de bodegas especializadas.

La aparente vinculación de España con sus vinos parece debilitarse en los últimos tiempos, con los indicadores de su consumo en caída libre. Un descenso asociado “al cambio de los hábitos de consumo”. La ingesta diaria de vino “peleón”, postal costumbrista que puede explicar el descuidado horizonte vinícola nacional, se ha visto reemplazada de forma paulatina por un consumo más ocasional. El agua, la cerveza y, en mayor medida, los refrescos han ganado terreno en las últimas generaciones.

Pero la impresión de decadencia esconde una realidad bien distinta. Hoy se venden menos litros de vino que hace varias décadas, pero la facturación de las bodegas experimenta una curva ascendente. La explicación es bien sencilla. Los españoles están aprendiendo a valorar una de sus grandes virtudes autóctonas. Con ‘Los supervinos’, queda en evidencia, por quinto año consecutivo, que, degustar un caldo de calidad notable, no implica rascarnos demasiado el bolsillo.