El letrado de Rosario Porto se queja de las «estupideces» de los testigos
La madre de Asunta Basterra se somete a un análisis psicológico y psiquiátrico en los juzgados de Santiago
SANTIAGO DE COMPOSTELAActualizado:El abogado José Luis Gutiérrez Aranguren, que representa a Rosario Porto, la madre de la niña hallada muerta en septiembre en un municipio cercano a Santiago, ha criticado este jueves a los testigos que en esta causa sorprenden con juicios de valor que a su entender son "estupideces". En declaraciones a los informadores, ha comentado que a algunas de las personas que han comparecido ante el juez instructor José Antonio Vázquez Taín "se les pidieron opiniones" pero luego están aquellos que "las emitieron gratuitamente". Y ha proseguido: "cuando se le piden opiniones, dicen estupideces. Voy a ser suave en el calificativo que merecen por hacer leña del árbol caído".
No ha puesto ejemplos, pero ha dicho que lo único que tiene sentido son las cuestiones que hayan visto de primera mano, porque "lo que no tiene interés son las opiniones de personas que están prejuzgando" y barajando que el asesinato de esta menor de 12 años fue cometido por sus padres. "Una cuestión de la que yo discrepo abierta y tajantemente", ha remarcado.
Ha manifestado que confía en la "inocencia plena" de su cliente y ha agregado que los datos "confirman las teorías que yo vengo propugnando desde un primer momento", aparte de quejarse de "ciertas omisiones" en la instrucción de aspectos "que no coinciden con la ortodoxia", con la tesis oficial de que los responsables de esta muerte violenta son Rosario Porto y el padre de la cría, el periodista Alfonso Basterra.
Gutiérrez Aranguren ha afirmado que el propio magistrado explicó a los testigos que todos los seres humanos, en una situación determinada, reaccionan de distinta forma, con lo cual "no se pueden sacar conclusiones", una advertencia con la que coincide este abogado. "Rosario no cometió ese crimen. Los datos reales apuntan en otra dirección", ha asegurado Aranguren, y ha arremetido contra la "tergiversación" que en ocasiones, dice, se hace de sus palabras: "las tergiversaciones sobre lo que yo pueda decir las rechazo".
A Rosario Porto no ha podido verla hoy, desde su llegada esta mañana a los juzgados compostelanos de Fontiñas para someterse a un examen psicológico y psiquiátrico forense. Gutiérrez Aranguren llegó hasta el edificio judicial a las 9:30 horas, por un juicio de otro patrocinado, y todavía no ha podido contactar con Porto. Espera hacerlo antes de la reconstrucción prevista para esta tarde de los pasos de su cliente el 21 de septiembre, cuando se consumó el asesinato. Al igual que esta mañana, ha precisado que no conoce la hora en la que se practicará esta diligencia, a la que se negaron mientras estuvo vigente el secreto de sumario por no conocer el acervo probatorio, y tampoco el itinerario.
Una personalidad
"Tenemos orden de estar localizados a través del teléfono móvil. Tengo que estar localizable para venir en cualquier momento. El juez se guarda esto en secreto y nos avisará cuando esté listo el operativo para empezar. No tengo ninguna información de dónde va a empezar, en qué va a consistir ni cuánto va a durar. A ver si puedo estar con ella un momento", ha explicado. Del estudio médico, ha subrayado que "se trata de buscar una personalidad en Rosario Porto que desde luego no tiene. La conozco desde hace poco tiempo pero de forma bastante intensa. Pregunté y me entrevisté con profesionales -de la medicina- que la atendieron y para nada coinciden" las versiones "con el perfil que se está tratando de dar de ella".
Ha avanzado Aranguren que llamará a más personas para que presten testimonio y que trabaja en "listas selectivas", para luego dejar caer que no va a desvelar de momento quiénes son las personas que solicitará que vengan "porque no quiero que reciban visitas y sugerencias de cómo tienen que hacerlo", en alusión a indicaciones para sus declaraciones. Asunta Basterra Porto, una menor de 12 años a la que adoptaron cuando todavía no había cumplido uno, fue localizada muerta por dos viandantes en una pista forestal de Teo en la madrugada del 22 de septiembre después de haber sido sedada y asfixiada.
Los investigadores desde el primer momento sospecharon de sus progenitores, Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, encarcelados desde el 27 de ese mes en el penal coruñés de Teixeiro en régimen de prisión provisional comunicada y sin fianza y acusados de la presunta comisión de un delito de asesinato.