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José Cabrera: «Sin perdón no se puede seguir avanzando»
El psiquiatra y académico analiza la alarma social generada por la puesta en libertad de asesinos y violadores tras la anulación de la doctrina Parot
MADRID Actualizado: Guardar"No existe ningún articulado ni lo podemos crear para evitar la reincidencia. Los códigos penales solo funcionan cuando se comete el delito y es completamente anticonstitucional generar una ley que prevea el delito etiquetando a un sujeto como peligroso". El que habla es el doctor José Cabrera, (Madrid, 1957), psiquiatra forense, académico, asesor de varias fundaciones y colaborador habitual de múltiples programas de televisión. Está invitado a hablar de la pulsión criminal, del instinto asesino y de la Justicia como límite, con motivo de la salida en deuvedé de la película 'The Purge', una cinta futurista que plantea la idea de una noche de violencia libre al año como medida catárquica para la sociedad. Cabrera analiza conceptos como el instinto criminal, la reinserción de los condenados y la alarma social generada por la puesta en libertad de asesinos y violadores tras la reciente decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de anular la 'doctrina Parot'.
- Pregunta: ¿Qué opina de la decisión de Estrasburgo?
Respuesta: La 'doctrina Parot' es un parche que el Tribunal Supremo utilizó para evitar la alarma social, pero el propio tribunal sabía cuando se decretó que iba a caerse, porque no se puede sostener en el Tribunal Europeo. Si queremos más penas o queremos penas distintas, lo que hay que hacer es cambiar los Códigos, pero hay que tener en cuenta que no todo consiste en añadir más y más años de cárcel, si no que habría que generar algún otro sistema para reducir la criminalidad.
- P: ¿Hablamos de reinserción o de medidas para prevenir el delito?
R: Cuando alguien comete un delito, hay detrás una conducta humana. La mayoría de los delitos no los comete un criminal nato, alguien que lleve el mal en sí mismo, si no que la mayoría de los delitos se cometen en situaciones extremas. Pero hay un pequeño porcentaje de personas, con algún tipo de alteración probablemente que aún no conocemos los psiquiatras, que son proclives al delito. Para ese grupo de personas, la ley no vale para nada.
- P: La anulación de la doctrina Parot tiene dos vertientes; la puesta en libertad de miembros de ETA y la puesta en libertad de violadores y asesinos reincidentes
R: Nada tiene que ver un terrorista ideológico que lucha contra un país con el que esta en guerra, como puede ser la ETA y que hoy no tiene sentido que siga matando porque ya no hay esa guerra, están en las instituciones; con un violador. Cuando un agresor sexual reincidente sale en libertad, no tiene ningún tipo de límite o coto que le impida volver a cometer ese delito. No sabemos por qué, pero es un sujeto que compulsivamente va a seguir cometiendo ese delito, por lo tanto, entre un etarra y un delincuente sexual reincidente, el peligro está en el segundo.
- P: Los psicólogos alertan de la imposible reinserción de algunos pero, ¿qué hacer con ellos?
R: El Código Penal español, como la mayor parte de los códigos napoleónicos, son limitados en el tiempo. El que cumple la condena lo hace en la cárcel y, cuando sale en libertad, es completamente libre, aunque haya cometido los más atroces crímenes. No existe ningún articulado ni lo podemos crear para evitar la reincidencia; los códigos solo funcionan cuando se comete el delito. No puede generarse una ley que prevea el delito porque un sujeto sea etiquetado de peligroso. Eso es completamente inconstitucional.
- P: ¿Cuando el ciudadano cree que falla la Justicia llega la venganza?
R: No es que haya fallos, es que si dejamos en manos del ciudadano la venganza por un delito retrocedemos 2.000 años. Fue en el Sermón de la Montaña donde pasamos de la tortura y la venganza a cumplir una pena y a que exista el perdón. Sin perdón no se puede funcionar, no se puede seguir avanzando, y todos los Códigos del mundo trabajan con ese precepto. Si dejamos en manos ciudadanas la venganza, esto sería jungla. Sin embargo, por unos pocos malos, beneficiamos a muchos buenos.
- P: Sin embargo, la indigación social es alta a pesar de que el condenado haya cumplido la pena
R: El problema de la doctrina Parot es de percepción pública; la gente ve que alguien que ha cometido un crimen execrable sale a la calle en 20 o 21 años. Pero quiero recordar que 20 años en la cárcel es toda una vida. El sujeto que sale ahora, entró con 20 años y sale con 40 y es una persona que tiene muy pocas probabilidades de delinquir, salvo que tenga una pulsión irrefrenable. Pero esos casos son poquísimos y por esos pocos no podemos cambiar todo el Código Penal.
- P: En este sentido, 'The Purge' plantea una purga anual libre como catarsis social
- R: Es una ficción cinematográfica que revela una sociedad del futuro que esperemos que no sea así, porque si se justifica un día de violencia porque baja el índice de criminalidad el resto del año, hablamos de un camino a ninguna parte. En la sociedad actual, la Justicia es el único límite para la conducta humana. El que odia, el que tiene miedo, el que tiene celos, el que tiene rencor a su vecino, solo está controlado por la ley, todo lo demás es un mundo de tinieblas. Por lo tanto, en una ficción en la que hay unas horas al año en la que todo es posible generaría, a mi juicio, una espiral de violencia sin fin.
- P: ¿El instinto criminal subyace en algunas personas o es inherente al ser humano?
R: El instinto criminal se basa en la supervivencia y existe porque hay leyes, si no no podríamos hablar de crímenes. En las cuevas de Altamira no había Código Penal, por lo tanto el más fuerte mataba al más débil. En la sociedad actual hemos llegado al consenso de que unas conductas son malas y no se pueden hacer porque si no los fuertes siempre matarían a los débiles y viviríamos en una sociedad sin límites y sin una estructura. Eso es algo que tenemos que tener muy en cuenta a la hora de enjuiciar a todos los que salen de las cárceles.
- P: ¿Cómo valora la alarma social por una eventual entrevista televisiva a Miguel Ricart?
R: Los medios de comunicación y la opinión pública no son, no han sido y no serán nunca una fuente de sabiduría. Solamente son un clima con el cual se vota a unos gobernantes ¿Eso qué significa? Que los medios de comunicación, en el fondo, lo que pueden hacer es el bien o el mal; si un medio apuesta por entrevistar a determinados personajes que han sido criminales -y que están en su derecho de ser entrevistados- solo para ganar audiencia, estás beneficiando a alguien que ha cometido una mala acción. Esa responsabilidad es del medio de comunicación. Pero al final es todo percepción, si nosotros bombardeamos con una mentira desde una televisión a la gente, al final esa mentira se convierte en una verdad aunque no exista y eso es muy peligroso, por eso necesitamos un pacto mediático a la hora de enjuiciar a todos aquellos que tengan algo que contar desde su conducta criminal.