Una nueva masacre en Sudán del Sur deja más de 500 muertos

Al menos quinientas personas han muerto en los enfrentamientos que tienen lugar en Juba, la capital de Sudán del Sur, desde la noche del pasado domingo. El primer golpe de Estado en el país más joven del mundo ha degenerado en choques entre las tropas fieles al presidente Salva Kiir y aquellas que apoyan al destituido ex vicepresidente Riek Machar, presunto instigador de la intentona.

Los portavoces de la Misión local de las Naciones Unidas (Unmiss) aseguran que unos 13.000 residentes han buscado refugio en su base. Los combates prosiguieron ayer a pesar que el jefe del Estado anunció el lunes, a través de la televisión, que la asonada había fracasado. Las primeras noticias señalan que los rebeldes intentaron asaltar el ministerio de Defensa, el principal almacén de armas y la sede del partido gobernante Movimiento Popular para la Liberación de Sudán (SPLM), y las más recientes afirman que ayer un nuevo contingente de la Guardia Presidencial se rebeló y se produjeron enfrentamientos en torno al aeropuerto y las montañas que rodean el área urbana.

La detención de diez importantes figuras políticas es la otra consecuencia de este motín, atribuido a Machar, que permanece en paradero desconocido junto a otros cargos, al parecer, aliados del golpista. Los ex ministros de Inversión, Interior, Defensa, Justicia, Telecomunicaciones y Finanzas, se encuentran entre los arrestados. Kosti Manibe, titular de la última de las carteras, fue destituido hace seis meses por su implicación en un caso de corrupción multimillonaria que acabó con el cese de 75 altos cargos de la Administración.