El fiscal reprocha al juez que pretenda imputar a la infanta por ser hija del Rey
Horrach se pregunta con sarcasmo si «el color o la cuantía de los globos» es una razón penal para encausar a Cristina de Borbón
MADRID.Actualizado:El 'caso Nóos' lleva camino de convertirse en una trifulca personal entre juez y fiscal. El representante de Anticorrupción Pedro Horrach arremetió contra el instructor José Castro por empecinarse en imputar a la infanta Cristina a pesar de «la inexistencia de indicios incriminatorios». El fiscal llega a poner en duda la imparcialidad del juez y sugiere que su celo procesal con la esposa de Iñaki Urdangarin es por su «condición» de hija del Rey.
Pocas veces se ha visto un escrito tan crítico de un fiscal contra la forma de llevar la instrucción por parte de un juez. Horrach aprovechó para hacerlo el requerimiento del juez sobre la posibilidad de imputar a Cristina de Borbón por blanqueo de capitales y ayer entregó su respuesta en el juzgado de instrucción número 3 de Palma de Mallorca. Horrach no se quedó en argumentar su oposición por la, a su juicio, inexistencia de indicios delictivos sino que censuró con sarcasmo al juez por practicar unas diligencias probatorias «innecesarias, redundantes y contradictorias» con la Agencia Tributaria y el Grupo de Delincuencia Económica de la Policía sobre los gastos de la infanta con fondos de Aizoon, la empresa que comparte a partes iguales con su marido. Esas investigaciones, sostiene el fiscal en su duro escrito, solo han «provocado una dilación no conveniente en el proceso».
Horrach sostiene asimismo que la consecuencia de practicar esas diligencias ha sido una «proyección social y mediática» sin que hayan aportado «elementos relevantes desde el punto de vista penal» a la causa. El fiscal se permite la ironía muy mordaz de afirmar que «la cuantía y color de los globos utilizados en las fiestas de aniversario» de la infanta no aportan nada en el orden jurídico. Se refería así a los 338 euros cargados a Aizoon por la decoración con globos del domicilio del matrimonio en el barrio barcelonés de Pedralbes para una fiesta de cumpleaños, entre otros gastos de similar tenor, como clases de merengue para el matrimonio o servicios de 'coaching' para ella, amén de viajes y comidas familiares.
El fiscal, en el mismo tono de literatura cáustica, recuerda al juez Castro que «un principio básico» del Derecho es que no se puede imputar o castigar a nadie «por lo que es», en este caso infanta de España, «sino por lo que ha hecho». Hace este comentario por el, a su criterio, distinto tratamiento dado por el juez a la infanta y Ana María Tejeiro, esposa de Diego Torres, el exsocio de Urdangarin, y cuya actividad en las empresas del entramado de Nóos no ha sido investigada de forma tan exhaustiva como la de Cristina de Borbón y pese a ello está imputada. «Ante circunstancias idénticas -subraya Horrach- la respuesta judicial debe ser idéntica», y en esta ocasión todo apunta a que la infanta ha sido investigada «por su condición».
Soledad
Castro, de esta forma, se queda casi solo en la pretensión de imputar a la hija del Rey. Solo el sindicato Manos Limpias, acusación popular, respaldó su planteamiento. Ni la Fiscalía ni la Abogacía del Estado, que ejerce la acusación particular, ni las representaciones legales de Urdangarin y la de Torres secundaron las tesis del juez instructor y se opusieron a que sea llamada a declarar como imputada. El exsocio de Urdangarin defendió en su escrito de respuesta al juez que la duquesa de Palma no tiene que ser encausada porque su responsabilidad es la misma que la de su esposa, quien, en cambio, sí lo está. Torres sostuvo que Cristina de Borbón, al igual que Ana María Tejeiro, no cometieron delito alguno en el Instituto Nóos, aunque insiste en que la implicación de la esposa de Urdangarin fue mayor que la de la suya.
El letrado de Torres, Manuel González Peeters, alude, no obstante, a las razones de cuna, como el fiscal pero en sentido contrario, para denunciar que la infanta Cristina no está imputada solo «por razón de nacimiento» ya que no podía ser «tan párvula» para no conocer el origen del dinero de Nóos ni estar al tanto de los negocios de su marido. A pesar de estos razonamientos, la defensa del exsocio no pide la imputación por coherencia con su petición de retirada de la misma a Tejeiro.
El titular del juzgado de instrucción número tres de Palma de Mallorca, con todas las respuestas de las partes sobre su mesa, deberá tomar una decisión sobre la hija del Rey. Lo hará, con toda probabilidad, los primeros días de enero, después de sus vacaciones navideñas.