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Laura Nadal y Gerardo Yllera, durante la prueba. / Potato Omelette Band
MADRID

Los músicos callejeros que criticaron el casting en la prueba lo pasan

Potato Omelette Band, el dúo formado por Laura Nadal y Gerardo Yllera, ha decidido rechazar la licencia

REDACCIÓN
MADRIDActualizado:

"Gracias alcaldesa por permitirnos hacer una prueba para tocar en la puta calle". Así cerraba Potato Omelette Band su actuación ante el "comité de idoneidad" que tenía como objetivo decidir qué músicos podían tocar en las calles de Madrid y cuáles no. En su canción, interpretada entre risas ante los tres atónitos miembros del jurado, cargaban contra las últimas decisiones de la regidora y se quejaban de una ciudad que "quita artistas para poner policías. No hay mejor jurado que el de la gorra, a veces no hay nada, a veces te forras. Pobre músico que no se ha vendido, esta ciudad no es para artistas", recitaban en otro fragmento en el que hablan de las salas de conciertos que se han ido cerrando en los últimos años.

Pues bien, la formación ha 'aprobado' y podrá tocar en las calles. Así lo anuncia el Boletín Oficial de la Ciudad de Madrid, que ha publicado la lista de los 318 aprobados -se habían presentado 460 músicos a las pruebas-. Aprobó cerca del 69,1% de los aspirantes.

Laura Nadal y Gerardo Yllera, que formaron Potato Omelette Band hace unos meses, han decidido rechazar la licencia. "No creemos que sea necesario un papel para tocar en la calle, es un derecho que debería tenerlo todo el mundo", explica Gerardo a un diario.

No son los únicos críticos con la idea del Ayuntamiento madrileño. La banda de jazz Alex & The Swing Set, compuesta por jóvenes músicos de diferentes nacionalidades, decidió no presentarse a la prueba y lanzó un videoclip con su tema 'I´ve Got a Lot to Give', criticando la medida y mostrando su disconformidad con el hecho de que ya no puedan interpretar sus temas en la calle. El videoclip musical, autofinanciado por los componentes, hace un recorrido por las calles de Madrid para reivindicar el derecho de tocar en la calle y mostrar su crítica en contra de la nueva normativa contra el ruido del Ayuntamiento de Madrid.