Apuntes

Los números de una oportunidad

El balance de escalas de cruceros en Cádiz durante el año que terminan hablan de una realidad consolidada y de una ocasión que muchos sectores deben aprovechar

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En un puerto que ha visto de todo, desde partir aventureros hasta el regreso de los soldados destrozados en las últimas colonias, todo lo que llegue del mar le parece ya vivido, manido, poco digno de gran entusiasmo. Los gaditanos, incluso los jóvenes, son herederos de una tradición vieja que les hace tener una vertiente desconfiada. Quizás por ese rasgo, el turismo de cruceros aún se ve como un fenómeno más aparatoso que rentable, más efectista que efectivo. Todo son trabas. Que si no dejan tanto dinero. Que si están unas pocas horas. Que si se van a Jerez o Sevilla. Que si tampoco vamos a estar como pimpis a su servicio. Son reacciones, no generales ni científicas, que hablan del carácter de la ciudad y que difícilmente podrían darse en cualquier otra capital portuaria que se viera en tal situación.

Porque los números del balance crucerista de 2013 conocidos ayer hablan de una oportunidad. No se trata únicamente del récord de escalas y viajeros, que supone la base de todo. Es que además el 50% de los visitantes repite, ya conocía Cádiz y en las encuestas que se les hacen valora la ciudad con una nota que supera ampliamente el notable. Ese mismo recuento calcula el siempre incierto impacto económico -el dinero que dejan entre comercio, servicios y hostelería- en 15 millones de euros.

La implicación y la ilusión nunca pueden ser obligatorias. No se le puede decir a los gaditanos que se vuelquen pero resulta difícil negar que estamos ante una oportunidad. Está la base. Está el negocio. Está consolidado y ahora cada cual, según el sector en el que trabaje, tendrá que tratar de buscar las fórmulas para aprovechar este caudal de negocio, de riqueza o, como mínimo, de clientes potenciales.