Mireia Belmonte, durante los 200 metros mariposa del reciente campeonato de Europa de piscina corta. / Afp
NATACIÓN

Mireia no tiene techo

La nadadora badalonesa completa un año de ensueño con cuatro oros en los europeos y tres medallas en los Mundiales de Barcelona

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Mireia Belmonte (Badalona, 1990) difícilmente olvidará 2013. A diferencia de la mayoría de los competidores de élite, que en el año postolímpico se lo toman con algo más de tranquilidad, la nadadora del UCAM de Murcia ha roto la baraja en la presente temporada y se ha instalado en el ‘top-ten’ de la natación femenina mundial, que lideran las estadounidenses Missy Franklin y Katie Ledecky con mano de hierro.

Con la friolera de 33 medallas (tres en el Mundial de Barcelona, cuatro de oro en el reciente europeo de Dinamarca y 28 en la Copa del Mundo), la badalonesa no ha hecho más que ratificar lo que su entrenador, el francés Fred Vergnoux, repite por activa y por pasiva: «Mireia es una gran competidora y no tiene límites». En Londres, en los Juegos Olímpicos del año pasado, la catalana se colgó dos platas, en 200 estilos y 800 libres, y por derecho propio se ganó un lugar entre las grandes de la piscina. Por fin derrotó al sambenito de que competía mejor en piscina corta que en larga, una acusación que perseguía a los españoles y que Melanie Costa también ha desmentido este año (plata en los Mundiales de Barcelona en 400 libres).

El éxito de Belmonte en la capital británica, sin precedentes en la natación femenina española, no le desvió de su cometido: mejorar y mejorar cada año. La natación es un deporte individual, en el que el deportista compite contra otros siete en la piscina, pero también es una disciplina en la que el atleta se desafía a sí mismo para mejorar sus marcas. Y Mireia, que tuvo un inicio de temporada tumultuoso, tras romper con su exclub (el CN Sabadell) y con su técnico, lo bordó en los Mundiales de Barcelona. Se pegó una paliza histórica (nadó 6 pruebas en 8 días de competición) y logró plata en 200 y 400 estilos y bronce en 200 mariposa. Si no pisó lo más alto del podio fue porque se cruzó en su camino la gran húngara Katinka Hosszú. La ambición de Mireia no se quedó, en cualquier caso, en la piscina del Palau Sant Jordi. Mantuvo el nivel todo el año y en los europeos de Herning, la semana pasada, fue la gran triunfadora, con cuatro oros, una proeza que ya consiguió en Polonia en 2011 y en los mundiales cortos de Dubai 2012, con tres oros. Este año ha batido además tres récords mundiales, uno europeo y cinco plusmarcas españolas. Suma y sigue para la mejor nadadora española de la historia.

Como premio al mejor año de su vida (quién se lo iba a decir cuando arrancó la temporada sin club ni entrenador) y como prueba de que ya se ha instalado en la élite, se ha ganado un billete para participar, el fin de semana que viene, en la ‘Duel in the pool’, una especie de ‘Rider cup’ de la natación, en la que las estrellas de Europa se enfrentan a las de EEUU. De momento, ella solo piensa en mejorar: «El próximo objetivo es Berlín» (los europeos de 2014), afirma.