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ANDALUCÍA

Un tóxico añadido a la comida, posible causa de la muerte de una familia en Alcalá

Los fallecidos no eran indigentes ni buscaban en los contenedores y tenían en la casa alimentos en buenas condiciones

LALIA GLEZ.-SANTIAGO
SEVILLA.Actualizado:

Tres días después de la muerte de un matrimonio y su hija de 14 años en Alcalá de Guadaíra siguen las incógnitas sobre las causas de los fallecimientos, que podría deberse a alguna sustancia tóxica añadida a los alimentos, pero no a la comida ingerida. Un portavoz de la familia formada por Enrique Caño, de 61 años, su esposa Concepción Bautista, de 50, y su hija de 14 años, ha desmentido que ésta se encontrara en la indigencia y que hubiera buscado alimentos en los contenedores de basura, como se apuntó en un primer momento. Salud mantiene la alerta sanitaria.

El informe preliminar de la autopsia habla de fallecimiento por «parada cardiorrespiratoria» y fallo multiorgánico, pero indica que en los restos hallados en el estómago no se encontraron indicios que apuntaran a la causa de la muerte. Las vísceras serán enviadas a dos laboratorios de Toxicología, en Madrid y Sevilla, para rastrear las sustancias. Los resultados pueden tardar varias semanas en conocerse.

Fuentes cercanas al caso indicaron que cabe la posibilidad de que alguna sustancia muy tóxica, del tipo de un veneno matarratas, pudiera haberse sumado a la alimentación, puesto que aunque se tratara de comida en mal estado, o hasta caducada, no parece posible que causara por sí sola unos fallecimientos tan fulminantes.

El caso sigue abierto y la consejera de Salud, María José Sánchez Rubio, apeló al secreto del sumario, decretado por el Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá de Guadaira, y a la falta de resultados definitivos de toxicología y microbiología para no aventurar más detalles de las posibles causas, aunque dijo que se mantiene la alerta sanitaria decretada el sábado y quiso tranquilizar a la población porque no se han producido nuevos casos. Fiscalía pedirá que se levante el secreto.

Tíckets de compra

Miguel Ángel López Rosa, sobrino del matrimonio y portavoz de la familia, salió al paso de los rumores que apuntaban a una situación de indigencia de los fallecidos y mostró su malestar por las informaciones que indicaban que hubieran buscado comida en los contenedores de basura. «La Policía tiene en su poder los tickets de compra de todos los productos, así como los productos en sí, para avanzar en la investigación de las posibles causas de los fallecimientos», dijo en un comunicado. Incluso habían comprado la comida de Navidad, el padre «había prometido a sus hijas sus regalos de Reyes e, incluso, tenía planeado realizar un viaje todos juntos a la localidad de Azuaga en Badajoz, su pueblo de origen, para visitar a los familiares».

El Ayuntamiento alcalaíno se sumó a las peticiones de respeto a la familia, «no se pueden hacer conjeturas ni levantar falsos testimonios o especulaciones para que sea la justicia la que tenga la última palabra», dijo el alcalde, sobre todo por la niña de 13 años, única superviviente, que aún no sabe nada de lo ocurrido. Ayer pasó a planta y se encuentra en buen estado.

Sánchez Rubio confirmó que la familia cobró el salario social en 2010 y 2011 y que el padre lo solicitó de nuevo en octubre, ya que en marzo le finalizaba la ayuda de 426 euros de la renta activa de inserción.

También rechazó las críticas a la atención médica, puesto que la primera visita de las Urgencias no detectaron la gravedad. La consejera aseguró que se actuó «según los protocolos establecidos». Hubo una primera visita a las 2.55 de la madrugada del viernes y otra a las 9.09 del sábado, cuando ya había muerto la hija de 14 años. Sus padres fallecieron a las 17.15 y las 18.00 en el hospital de Valme.

Los tres fallecidos fueron enterrados ayer en la más estricta intimidad en el cementerio de la población, tras una misa en el tanatorio de la SE-30.