El Papa dice que no es marxista, pero no se ofende si se lo llaman
Francisco rechaza que esté pensando nombrar cardenales a mujeres, aunque apuesta por una mayor valoración de su papel en la Iglesia
ROMA. Actualizado: GuardarEl Papa Francisco confiesa que no es marxista, pero que no se ofende si se lo llaman, según recoge la primera entrevista concedida por Jorge Bergoglio desde que llegó al Vaticano y que publica el diario italiano 'La Stampa'.
Francisco sale al paso de las críticas tras la publicación de la Exhortación apostólica 'Evangelii gaudium' al asegurar que «la ideología marxista está equivocada, pero en mi vida he conocido a muchos marxistas buenas personas, por eso no me siento ofendido. De cualquier manera, en la Exhortación no hay nada que no se encuentre en la Doctrina social de la Iglesia».
El Papa también explica que no baraja nombrar mujeres cardenales. El mes pasado, en otra entrevista, apuntó que había que reflexionar sobre el «puesto específico» de la mujer en la Iglesia. Ahora explica que esa frase «salió de quién sabe dónde. Las mujeres en la Iglesia deben ser valorizadas, no 'clericalizadas'».
En la entrevista, el Pontífice aborda temas como el hambre en el mundo, la infancia, el diálogo con otras religiones, el futuro de la iglesia o la economía. Respecto a esta última, Bergloglio asegura que «mata». «Cuando hablo de economía no hablo desde el punto de vista técnico. Había la promesa de que cuando el vaso rebosara los pobres se favorecerían, pero sucede a menudo que cuando el vaso está lleno, de pronto se hace grande y su contenido nunca llega a los más necesitados», dice.
Sobre la reforma emprendida en la Curia, Bergoglio recordó que espera que en febrero los ocho cardenales encargados del asunto le presenten sus propuestas.
En cuanto a la unidad de los cristianos, el primer Papa hispanoamericano de la Historia se refiere al «ecumenismo de la sangre». «En algunos países matan a los cristianos porque llevan consigo una cruz o porque tienen una Biblia, y antes de matarlos no les preguntan si son anglicanos, luteranos, católicos u ortodoxos. La sangre está mezclada», apuntó.