Una labor altruista

La única parte positiva de la situación de crisis económica que padece el país y, por lo tanto, la provincia, es que muestra el lado más solidario y bondadoso de los ciudadanos. Una actitud que se potencia en esta época, pero que es necesario que dure en el tiempo, ya que la recuperación parece seguir estando aún un poco lejos. Este es el caso de la Fundación Dora Reyes, una de las muchas entidades de la ciudad que destinan todo su esfuerzo y dedicación a ayudar a los demás durante todo el año. Así, durante 2013, la asociación ha atendido a cerca de 2.000 familias, unas cifras que en lugar de descender aumentan cada día. Entre las necesidades a cubrir, está el pago de la luz y el agua, la compra de alimentos e incluso la ayuda para adquirir distintos objetos, tal es el caso de gafas graduadas para que los más pequeños puedan seguir estudiando e incluso de material escolar.