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Los saqueos golpean ya a la provincia de Buenos Aires
La oleada de ataques a comercios alcanzan la capital argentina y otras importantes localidades de la región pese al fuerte despliegue policial
BUENOS AIRES. Actualizado: GuardarLa ola de saqueos en Argentina -que ya ha dejado 13 muertos- llegó ayer a la provincia de Buenos Aires y también a la capital, donde no hay conflicto policial. En la región, la más populosa del país y con el mayor número de efectivos, el Gobierno de Daniel Scioli había negociado un incremento salarial apenas emergió el malestar entre los agentes. No obstante, ayer el Ministerio de Seguridad informó acerca de 164 detenidos por asaltos a comercios en distintas localidades.
Los arrestados pertenecen a ciudades del interior provincial como Mar del Plata, Pergamino, San Nicolás o Mercedes, y también a la zona metropolitana que rodea a la capital, los distritos de Almirante Brown, Lanús, San Isidro, Pilar o La Matanza, donde hasta ahora no se había informado de saqueos. Del total de 164 detenidos, 56 eran menores de edad y fueron entregados de vuelta a sus familias. El resto permanece bajo vigilancia.
Por otra parte se conoció ayer que en el barrio de Parque Patricios, en la ciudad de Buenos Aires, un depósito de una empresa de transporte fue saqueado en la madrugada por un grupo de entre 50 y 60 personas, varias de ellas armadas y algunas encapuchadas. Los atacantes redujeron a empleados de seguridad y se llevaron cajas con diversas mercancías. También intentaron sin éxito robar una moto y un autoelevador. La irrupción, la primera que se produce en la capital argentina en esta ola que comenzó el martes 3 de diciembre, fue registrada por vecinos con cámaras de vídeo, pero no fue informada por autoridades gubernamentales. Los robos y ataques vandálicos a comercios, fábricas, depósitos y residencias particulares comenzaron hace nueve días en Córdoba, a 700 kilómetros de Buenos Aires, en respuesta a una huelga policial por reclamos salariales. Los saqueadores irrumpieron en cerca de 1.000 comercios y hubo un muerto además de centenares de heridos y detenidos. Desde entonces, la rebelión de los agentes se extendió a casi todas las provincias, donde los gobiernos debieron subirles el sueldo.
Las víctimas mortales
El Ejecutivo de Cristina Fernández sospecha que detrás de los conflictos salariales y los hechos vandálicos hay una voluntad de desestabilizar el país y generar un estado de caos y temor. En los casos más virulentos, el acuartelamiento policial fue seguido de saqueos y muerte en las calles. Los peores hechos se registraron en la provincia de Tucumán, con cuatro fallecidos, y Chaco, con tres víctimas confirmadas y una cuarta que todavía no se puede atribuir a la ola de violencia.
Los conflictos con agentes sublevados persistían ayer en la provincia norteña de Salta, donde se registraron saqueos de madrugada y hubo 120 detenidos. Los policías rechazaron la propuesta salarial. En Tucumán, si bien hubo acuerdo, los ataques a comercios persistieron y hubo en la noche del miércoles una protesta de 15.000 personas frente a la sede del gobierno. Mientras, en La Pampa, una provincia del centro del país que se había mantenido al margen de la crisis, se desató también el caos cuando los agentes se autoacuartelaron y se registraron intentos de saqueos.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, advirtió ayer de que se deberá caer «con todo el rigor de la ley sobre los autores materiales e intelectuales» de los desmanes que mantienen en vilo a Argentina. «No se puede estar a expensas de grupos que se apropian de bienes ajenos o que generan procesos de extorsión por reivindicaciones salariales», declaró al aludir a los policías sublevados, que no tienen permitido declararse en huelga.