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Rajoy: «No habrá consulta»
Rubalcaba reconoce que ha unificado criterios con el jefe del Ejecutivo para responder al pulso del presidente catalán
MADRID. Actualizado: GuardarMariano Rajoy aseguró ayer que el 9 de noviembre de 2014 no habrá ninguna consulta en Cataluña, pero no explicó cómo piensa impedirlo. El presidente del Gobierno mantiene esa dosis de ambigüedad calculada en todos sus guiones, aunque la situación, como en este caso, sea preocupante. Mostró su contundente rechazo al paso dado por Artur Mas, pero dejó una rendija abierta a un posible acuerdo de última hora que haga innecesaria una acción judicial del Ejecutivo. «Con toda claridad, el referéndum de autodeterminación que han planteado varios partidos catalanes no se va a celebrar porque es anticonstitucional y atenta contra la ley», advirtió durante una breve comparecencia en la Moncloa tras su encuentro con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
El jefe del Ejecutivo puso el acento en que la consulta soberanista choca frontalmente con el «fundamento mismo» de la Carta Magna en sus artículos 1 y 2, los que sienten las bases jurídicas sobre «la indisoluble unidad de España». Pero eludió hasta en dos ocasiones responder si recurriría al artículo 155 de la Constitución que permite suspender o intervenir la autonomía de una comunidad cuando incumpla la «Constitución o las leyes» o atente «gravemente al interés general de España».
De las palabras de Rajoy se desprende que el anuncio de Mas sobre la fecha y el texto de la pregunta del referéndum de autodeterminación conculca ambos preceptos. Sin embargo, guarda la carta del artículo 155 y también la del recurso ante el Tribunal Constitucional hasta que se convoque de manera oficial la consulta. Hasta ese día, el órdago de los partidos nacionalistas catalanes es sólo una mera hipótesis sobre la que no quiso abundar.
Rajoy apeló a la «responsabilidad» del presidente de la Generalitat y al compromiso que asumió Mas al prometer su cargo de no violentar las leyes como última oferta de diálogo antes de sacar la artillería judicial.
Antes de detallar los argumentos políticos y judiciales con los que el Estado hará frente a la convocatoria, el jefe del Ejecutivo intentará explotar el flanco sentimental y mantiene en pie su decisión de iniciar una campaña que fortalezca los lazos de unión de los catalanes con el resto de los españoles.
Garantizó que no habrá represalias y que los catalanes «no se verán perjudicados» por el paso de Mas, en clara alusión a que mantendrá la ayuda financiera a la Generalitat ante su imposibilidad para financiarse en el mercado exterior.
Coincidencia plena
Rajoy confirmó lo que Alfredo Pérez Rubalcaba insinuó horas antes; es decir, la plena coincidencia de ambos líderes ante el desafío soberanista catalán, aunque tampoco desveló sí había mantenido contacto telefónico con el líder de la oposición después de la comparecencia de Mas. El secretario general del PSOE calificó las dos preguntas que aparecerán en las papeletas de esta consulta de verdadero referéndum de autodeterminación, una iniciativa que los socialistas rechazan de cabo a rabo. «Mas está llevando a Cataluña a un callejón sin salida», sostuvo el líder de la oposición, que reconoció haber abordado en profundidad este asunto en sus últimas conversaciones con Rajoy para unificar criterios.
El líder socialista cree que la única respuesta que cabe es política, aunque tampoco quiso avanzar sobre qué pasos debe dar ahora Rajoy. «Esa decisión -dijo- le corresponde al Gobierno».