Los últimos en pagar los rescates bancarios serán los ahorradores y contribuyentes
El Europarlamento y el Consejo Europeo acuerdan que los accionistas y acreedores asuman el peso esencial de posibles quitas
BRUSELAS.Actualizado:De forma lenta pero con paso firme, a ritmo bruselense en definitiva, Europa continúa diseñando la unión bancaria, un complejo proyecto que engloba la supervisión de bancos, decidir incluso si alguno se debe cerrar y definir quién tienen que pagar los platos rotos de esa hipotética liquidación.
Representantes del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo -los Veintiocho- alcanzaron en la madrugada de ayer un acuerdo sobre la Directiva de Recuperación y Resolución Bancaria (DRRB), que establece el orden de prelación a la hora de pagar nuevas facturas. Por un lado y como pretendía Alemania -no así España, Italia o Francia- se adelanta de 2018 a 2016 los aspectos más controvertidos del 'bail-in' obligando a accionistas y acreedores (no solo bonistas junior, también senior) a afrontar quitas antes que los grandes ahorradores del banco (depósitos superiores a 100.000 euros), que pasan a situarse al final de la cola y salvo «en casos excepcionales», prácticamente con riesgo cero, aseguran fuentes financieras. Los de menos de 100.000 euros siguen blindados.
Por otra parte, se minimiza la necesidad de utilizar ayudas públicas de los Estados, como ha ocurrido en el caso español, y se forzará a las entidades financieras a aportar en la próxima década del orden de 70.000 millones en un fondo de resolución que servirá para afrontar nuevos rescates. El acuerdo, alcanzado en Estrasburgo (esta semana hay sesión extraordinaria del Europarlamento), se deberá ratificar precisamente por el pleno de la Eurocámara y por el Consejo Europeo.
«Con estas nuevas normas, los rescates masivos de bancos con dinero público y las consecuencias para los contribuyentes serán por fin una práctica del pasado», se felicitó Michel Barnier, comisario de Mercado Interior y vicepresidente de la Comisión Europea. Y es que la directiva fija por primera vez un porcentaje mínimo de quita obligatorio equivalente al 8% de los pasivos del banco.
«Los acreedores y accionistas serán los que tengan que hacer frente al chaparrón, no los ciudadanos», incidió Gunnar Hökmark, ponente del texto en la Cámara. Es una pieza más de la histórica unión bancaria, cuyo Mecanismo Único de Supervisión (MUS), en manos del BCE empezará a funcionar dentro de once meses. Ahora, el reto se llama Mecanismo Único de Resolución (MUR), que se intentará cerrar en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los días 19 y 20 de diciembre en Bruselas.