Discursos vacíos para oídos sordos
El intérprete que tradujo al lenguaje de los sordos las intervenciones en el funeral de Mandela era un impostor cuyos signos carecían de significado
Actualizado: GuardarOcupaba un lugar preeminente en la tribuna central del estadio Soccer City de Johannesburgo, por la que iban desfilando los mandatarios más poderosos del mundo en el funeral del expresidente del país, luchador contra el 'aparthaid' y Nobel de la Paz Nelson Mandela. Mientras los 95.000 asistentes al acto en el estadio y el planeta entero a través de la televisión seguían con emoción los discursos, el joven encorbatado de semblante circunspecto movía velozmente las manos para traducir al lenguaje de los sordos las palabras de Barack Obama, Raúl Castro y otras personalidades.
O eso parecía, al menos, hasta que el director de la Federación Sudafricana de Sordos, Bruno Peter Druchen, dio la voz de alarma. «Por favor, echen a este intérprete de pacotilla, ¡por favor!», alertó a través de Twitter. «No es traductor ni tiene formación en el lenguaje de signos, mueve las manos arbitrariamente». Cientos de personas secundaron sus tuits: «Es una vergüenza lo que está haciendo ese intérprete», «Soy sordo y no comprendo lo que dice»...
DeafSA, la principal organización de sordos del país, condenó rotundamente la actuación de este hombre, que exhibía una acreditación de seguridad que le permitió situarse codo con codo con los hombres más importantes y mejor protegidos del mundo. Mientras los dignatarios se dirigían al público que abarrotaba el estadio de Soweto, el joven realizaba una serie de signos que, según el colectivo de sordos, carecían de sentido. «Estaba simplemente gesticulando. No seguía ninguna regla gramatical ni la estructura del lenguaje. Se inventaba los signos conforme avanzaba», asegura Delphin Hlungwane, una intérprete de la lengua de signos de la DeafSA.
«Tuvo una eficacia del cero por ciento. No seguía los criterios básicos; de hecho, ni siquiera sabía decir 'gracias'», añade. Por si fuera poco, el falso intérprete tampoco tradujo a los televidentes que seguían el acto los abucheos y silbidos que recibía el presidente del país, Jacob Zuma, cada vez que le mencionaban. «Se supone que tienes que indicar esas cosas con tus expresiones faciales, incluso aunque no haya un signo en concreto que traducir», explica Hlungwane. «Pero él no transmitía nada en absoluto. Simplemente, pasaba».
Por el momento no se ha informado sobre la identidad del falso intérprete. «Nadie sabe quién es. Incluso a esta hora ni siquiera sabemos su nombre», admite el director de la Asociación Sudafricana de Sordos (DeafSA). El ministro de la Presidencia, Collins Chabane, tras afirmar que el Gobierno toma nota de las «preocupaciones» suscitadas, justificaba el patinazo «por la exigente organización de actos con motivo del funeral de Estado».
La anécdota pone de manifiesto la incapacidad de la Administración sudafricana para garantizar la seguridad en un acto de este nivel. De hecho, hace unos días pidió públicamente a los jefes de Gobierno y de Estado del mundo que renunciaran a asistir a las exequias de Mandela del domingo por ser incapaces de atender los retos que planteaban.