Indultos infames

Los indultos vienen firmados, en última instancia, por el Rey vía BOE. Previamente han sido atendidos por el Gobierno que representa -o dice representar- al pueblo. Por tanto, el cuento dice que cuando se concede un indulto es nuestra voluntad, la del pueblo, según parece, la que hace que personas que son delincuentes con mayor o menor obscenidad salgan libres a la calle sin cumplir condena y, por tanto, sin haber demostrado una reinserción efectiva con hechos quedando esta reinserción al criterio del Estado. Visto la petición de indulto de Matas, de Del Nido y quizás las que muchos delincuentes y ladrones de dinero público planean hacer uno se pregunta cuál es la la voluntad del pueblo en estos casos. Visto como se trata a, por ejemplo, esa madre de familia que estuvo a punto de ingresar en prisión por robar de una tarjeta 400 euros para que su familia comiera y que, sí, fue indultada por presión popular (firmas, campañas, etc.) uno podría pensar que su caso está a años luz de los de esta clase pudiente que se salta la ley porque se consideran por encima de ella. Espero que el Consejo de Ministros piense lo mismo y tenga la vergüenza de no pasarle a firma al Rey indultos tan infames como los que se avecinan.