Una docena de municipios con el IBI ‘inflado’ podrá bajarlo en 2014
Jerez, Conil, Chiclana o Vejer verán reducido el importe entre un 5% y un 15% para los próximos años
Actualizado:La burbuja inmobiliaria que disparató el precio de la vivienda y lastró la capacidad económica de la provincia tuvo también sus efectos en el valor catastral elevando hasta límites desorbitados impuestos como el de la contribución. Las revalorizaciones que se llevaron a cabo entre 2005 y 2008 conllevaron un importante desembolso a los propietarios, víctimas del llamado ‘catastrazo’ que desde hoy comenzará a ajustarse. Una docena de localidades de la provincia sufrieron ese incremento irreal en el valor de los inmuebles. De ello pueden dar cuenta vecinos de Chiclana, Jerez, Chipiona, Conil, Vejer o Ubrique, que vieron crecer el recibo del IBIde manera desproporcionada.
Es ahora cuando terminan los trámites para la corrección necesaria tras la publicación en el BOEde la orden ministerial que los contempla. Para ello deben haber pasado al menos cinco años desde la última ponencia (o actualización catastral) y que quede demostrado que se han producido grandes diferencias entre el valor de mercado que sirvió como base para determinar el valor catastral y la situación actual. Esa tesitura se ha dado en todos ellos y podrán ver reducido el valor catastral entre el 5% y el 15%.
Sólo en el caso de Vejer, el municipio más pequeño de los cuatro, pasó de los 168 euros de media que cada propietario de vivienda pagó en 2006 a los 254 de media que tuvo que abonar siete años después, según los informes sobre tributos locales que elabora la Confederación de Empresarios de Cádiz. En el caso de Jerez el importe pasó de 358 a 410. El incremento ha sido muy superior en Conil, donde casi se triplica desde 2006, pasando de los 175 euros anuales de media que pagaban los vecinos a los 529 del año pasado. Y en Chiclana se alcanzaron los 246 frente a los 443 euros por año que se abonaban antes de la revisión.
Con margen para encarecerlo
Además de la actualización que realiza el Ministerio de Hacienda, los ayuntamientos juegan un papel importante a la hora de determinar el importe a través del coeficiente que aplican. Precisamente ese será el recurso que utilizarán otros municipios para evitar subidas tras la actualización prevista al alza. Es el caso de la capital gaditana, que se sitúa a la cabeza con uno de los impuestos más caros de la provincia. El concejal de Hacienda de Cádiz, José Blas Fernández, confirmó ayer que a pesar de la revalorización «el importe que pagan los contribuyentes seguirá siendo el mismo porque se ha reducido ese coeficiente para equilibrarlo». También recordó que el valor catastral no se actualizaba desde 1996.
En las mismas se encuentra San Fernando y el alcalde, José Loaiza, ya se ha apresurado a garantizar que tampoco subirá el recibo. El Puerto y Los Barrios, ambos con las ponencias más antiguas (de 1994) también verán crecer el valor de los inmuebles, aunque no han aclarado si habrá un ajuste para que no repercuta en los ciudadanos. Por el contrario, sí ha planteado una rebaja el Ayuntamiento de Sanlúcar, a pesar de que se encuentra en el listado para la revalorización catastral, ya que ajustará el coeficiente para abaratar el recibo.
Aunque tal como están las cosas, con compromisos de déficit y planes de ajuste por cumplir, tampoco quedan demasiadas posibilidades para tirar del IBI, que se ha convertido en una de las principales vías de financiación de los consistorios. Es la garantía de que vuelvan a cerrar con superávit y mantengan las arcas saneadas. El año pasado, los ayuntamientos gaditanos recaudaron alrededor de 320 millones de euros procedentes de este gravamen y al final de este ejercicio esa cifra crecerá en torno al 6% tras la última subida decretada por el Gobierno central para aliviar el déficit.