Chris Bale, centrocampista del Auckland, avanza con el balón ante la presión de un rival. :: R. C.
Sociedad

En las antípodas de Bale

Chris comparte apellido y nacionalidad con la estrella del Real Madrid y presume de disputar su cuarto Mundial de clubes

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Bale es un jugador galés del Auckland City, pero no se llama Gareth, sino Chris, y su valor está muy lejos de los casi 100 millones de euros que pagó el Real Madrid por la estrella del Tottenham. Juega como centrocampista, es semiprofesional y tiene otro empleo, además del fútbol. Nació hace 31 años en la ciudad galesa de Newport y puede presumir de haber jugado más torneos internacionales de prestigio que Gareth, al disputar su cuarto Mundial de clubes, dos con el Waitakere United y otros dos con el Auckland City, ambos neozelandeses.

«Hay pocos jugadores galeses que puedan decir que han jugado en cuatro Mundiales de clubes», ironizó Chris Bale en Agadir, antes de jugar hoy el duelo preliminar de la competición contra el Raja Casablanca. «No conozco a Gareth Bale y no jugamos parecidos, salvo quizás en que trabajamos mucho, tenemos mucha ambición y nos gusta la competencia», explicó ante los periodistas. El vencedor de este duelo entre el representante de Oceanía y el campeón de Marruecos, país organizador, se verá las caras el sábado en cuartos de final del Mundialito contra el mexicano Monterrey, titular de la Liga de Campeones de la Concacaf.

Bale comenzó su carrera en Gales, en el Inter Cardiff, en 2000. En 2003 pasó al Barry Town, otro equipo de su país, para llegar en 2006 al Bristol Rovers, de la tercera división inglesa, donde jugó sólo un año, ya que en 2007 se marchó a Nueva Zelanda, al Waitakere United. Tras cinco años entre el Waitakere y el Team Wellington, llegó en 2012 al Auckland City.

«Cuando era más chico, era fanático del Liverpool, pero cuando eres más grande cambian tus prioridades. Cuando te das cuenta de que no vas a cumplir el sueño de ser futbolista profesional, lo dejas de un lado y aprendes a valorar las cosas que tienes», afirma en Marruecos Chris Bale. El fútbol en Nueva Zelanda no es completamente profesional y Chris debe compartir su quehacer deportivo con un empleo en Frucor, una fábrica de zumos y bebidas refrescantes.

Bale espera hacerlo mejor este año en el Mundial de clubes, ya que en sus tres anteriores participaciones siempre terminó en el séptimo y último lugar. Cuando el Auckland fue quinto en la edición celebrada en 2009 en los Emiratos Árabes Unidos, el galés todavía no había llegado al club. «Tenemos suficiente calidad como para superar al Raja Casablanca. Sólo necesitamos jugar como siempre lo hacemos. El fútbol es muy particular; a veces depende de si tienes un buen día», avanzó en laprevia del torneo.

En caso de ganar al Raja Casablanca y después al Monterrey, Chris Bale podría enfrentarse en semifinales con el Atlético Mineiro, campeón de la Copa Libertadores, y disfrutar del honor de cambiar su indumentaria con Ronaldinho. «La guardaría con mis demás camisetas y algún día la pondría en la pared, si mi esposa me deja hacer lo que quiero en unas habitaciones de la casa», explicó el otro Bale, en las antípodas de Gareth.