La Casa Blanca enfría el apretón de manos entre Obama y Raúl Castro
EE UU insiste en que el saludo al presidente cubano fue espontáneo y los analistas creen que sólo tendría continuidad con un gesto de la isla
NUEVA YORK.Actualizado:En septiembre pasado la prensa mundial escrutó concienzudamente cada paso que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo iraní, Hasán Rouhani, dieron en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, después de haber anticipado la Casa Blanca que podría producirse un apretón de manos. No ocurrió, a pesar de que coincidieron en la misma sala y de caminar por los mismo pasillos durante tres días. Sin embargo ayer, cuando Obama subió al estrado del estadio de Soweto para hablar de Mandela, el primer líder con el que se topó, de entre el centenar presente, fue Raúl Castro, su gran deuda pendiente en las relaciones internacionales.
La Casa Blanca aseguró después que este saludo no estaba planeado, y que la intención del presidente estadounidense sólo era rendir homenaje al líder sudafricano. Muchos dicen ya que Mandela une a los pueblos incluso después de muerto, pero los analistas creen que sólo habría un desenlace si Cuba correspondiese ahora con un gesto, que bien podría ser poner en libertad a Alan Gross. Este hombre de 64 años que trabajaba para la Agencia Internacional Estadounidense para el Desarrollo fue condenado en 2009 a quince años de prisión en la isla por distribuir teléfonos satélite entre miembros de la disidencia cubana.
Washington busca desesperadamente su liberación, pero Cuba reclama a cambio la de otros nacionales encarcelados en Miami por espionaje. La detención de Gross hace cuatro años frenó en seco las intenciones de Obama de impulsar una apertura modesta de las relaciones con Cuba, después de haber flexibilizado las visitas de sus nacionales.
El expresidente Jimmy Carter, que se encontraba ayer en el estadio de Johannesburgo, celebró el gesto como «un augurio para el futuro», dijo a CNN. «Creo que es la primera vez que un presidente reelecto de EE UU estrecha la mano a un líder cubano», anunció.
El precedente de Clinton
Carter conoce bien a los hermanos Castro y desafía las leyes estadounidenses para visitar Cuba «cada vez que quiero», se ufanó, pero se equivocaba en la declaración. Bill Clinton proporcionó titulares en septiembre de 2000 cuando aceptó el saludo de Fidel Castro e intercambió con él unas palabras durante la Cumbre del Milenio en la ONU, meses antes de que le sucediera George W. Bush. Entonces la iniciativa había sido del líder cubano, sin que ningún fotógrafo lograse plasmarlo para la posteridad.
Julia Sweig, especialista en estudios latinoamericanos en el Council of Foreign Relations, descarta que el de ayer fuera un apretón de manos espontáneo. «Hace sólo dos semanas Obama dijo en Miami que hay que actualizar las relaciones con Cuba», recordó. Por esas fechas el secretario de Estado, John Kerry, también admitió que mantiene conversaciones para asegurar la liberación de Alan Gross. «Estas cosas a menudo se resuelven con una diplomacia silenciosa tras las bambalinas, por debajo del radar, y eso es exactamente lo que estamos haciendo», advirtió Kerry.