Los padres de Asunta ven «una mano negra» en el crimen

A punto de cumplirse el tercer mes del asesinato de Asunta Basterra, la mancha de semen aparecida en su ropa parece haberse convertido en la principal baza de la defensa para lograr la absolución de los padres. Se trata de un pequeño rastro hallado en la camiseta de la menor cuyo perfil genético corresponde a un violador residente en Madrid y cuya muestra de semen estaba en posesión de la Guardia Civil por su participación en varias agresiones sexuales.

El hombre declarará mañana ante el juez. A pesar de que las grabaciones de un centro comercial y la triangulación de su teléfono sitúan al hombre en Madrid el día del asesinato, tanto la defensa del padre como de la madre han solicitado su imputación para que explique su relación con el crimen.

Además de solicitar la declaración del violador, el abogado de Rosario Porto insiste en que hay «una mano negra» que presiona a los testigos «para que todo encaje con las diligencias». Según denunció tras la declaración de tres policías participantes en la investigación, el testigo que dijo haber visto a Asunta por la calle la noche de su desaparición fue amenazado para cambiar su testimonio.