Sentenciado por mujeriego

La batalla interna por el poder en Corea del Norte ya se ha cobrado otra víctima. Y esta vez ha sido un peso pesado. El régimen de Pyongyang reconoció que la información publicada hace unos días por los servicios de inteligencia surcoreanos es cierta: Jang Song-thaek, tío de Kim Jong-un y hombre fuerte en el Ejecutivo de su padre, Kim Jong-il, ha sido purgado. Las imágenes de su arresto fueron difundidas ayer por la agencia oficial de noticias, KCNA, que lo tildó de corrupto, borracho y mujeriego.

La agencia, de hecho, fue más allá en el detalle de las razones del cese del político: «Afectado por un modo de vida capitalista, Jang Song-thaek cometió irregularidades y llevó una vida depravada. Abusaba de su poder, era corrupto, mantenía relaciones sexuales inapropiadas con diferentes mujeres, utilizaba drogas, jugaba con divisas extranjeras en casinos, y participaba en banquetes de restaurantes de lujo». Sin duda, Jang lo tenía todo... A su alcance. Demasiado a juicio de Kim Jon-un, a quien no le tembló el pulso y sacó de escena y de la vida política del país.

Lógicamente, la vida privada del que hasta ahora ha sido 'número dos' del régimen es sólo una floritura. «Jang se valió de los elementos más débiles del Comité Central y formó un grupo contrarrevolucionario que ha trabajado para destruir el legado de nuestros presidentes Kim Il-sung (fundador de la patria) y Kim Jong-il, con el fin de romper la unidad del Partido, y contra el desarrollo del país», argumentó la KCNA en su información. Lo que no se aclara es si, como apuntan algunos rumores, Jang ha sido ejecutado por un delito de traición.

¿Bien avenidos?

Sólo en la cúpula del poder norcoreano se conocen las razones reales por las que Jang ha desaparecido de la vida política del país comunista. En cualquier caso, cuando el joven Kim accedió al poder, ahora hace dos años, muchos analistas ya vaticinaron un choque con su tío. La sorpresa llegó cuando ambos aparecieron juntos y, aparentemente, bien avenidos. La situación actual podría ser, precisamente, la confirmación de que los roces existían y de que Kim Jong-un lo que quiere es hacerse con el poder absoluto en el país.

Si es así, ya lo ha conseguido. Porque el año pasado ya destituyó al mariscal Ri Yong-ho al frente de las poderosas Fuerzas Armadas norcoreanas. No obstante, también hay quienes consideran que la purga de Jang puede poner en peligro la estabilidad del país comunista y el difícil equilibrio entre el Ejército y el Partido de los Trabajadores. Pero, sobre todo, demuestra que el acceso al poder del tercer Kim no ha sido una transición tranquila sino todo lo contrario. A saber cuál será el próximo paso que dé Kim Jon-un en su ya controvertido mandato.