Un gasero para salvar Navantia
Actualizado: GuardarDemasiados intereses en juego como para tirar todo por la borda y precipitar una tercera reconversión naval justo en vísperas electorales. La compañía gasista española Gas Natural ha dado su brazo a torcer después de duras negociaciones con el Gobierno de la Nación. Tras propinar un golpe bajo a la famosa ‘marca España’ desviando hacia Asia la construcción de cuatro gaseros, la empresa española se ha tomado su tiempo para recapacitar y reflexionar sobre este asunto en mitad de una vorágine política que la ha puesto como la protagonista mala de la película. Dos de sus armadores, Knutsen (Noruega) y Elcano (España), habían adjudicado la construcción de los cuatro gaseros que necesita a los astilleros de Japón y Corea del Sur. La decisión, según los propios armadores, era la capacidad tecnológica de los asiáticos y, sobre todo, los costes de la mano de obra. Durante un mes se han cruzado todo tipo de reacciones y descalificaciones contra Gas Natural hasta que ayer, la propia empresa, confirmó una modificación en su planes aceptando una solución intrermedia para beneficiar también a los intereses de su país. De esta forma, Gas Natural ha anunciado que contratará la construcción de un quinto barco gasero y asegura que su obra se hará en España. Es la solución salomónica a la que ha llegado Gas Natural y el Gobierno de la nación para contribuir a la salvación de Navantia. Sin embargo, no es suficiente. El Gobierno sabe que los astilleros públicos españoles necesitan de más carga de trabajo para garantizar su viabilidad. Ahora le toca el turno a Repsol para confirmar sus opciones. Todo apunta a que la compañía petrolera española también cederá a la presión y encargará barcos a Navantia. Repsol le debe un favor al Gobierno a raíz de la mediación del conflicto con YPF en Argentina.