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El Poder Judicial elige presidente al conservador Lesmes y cumple el pacto sellado por PP y PSOE
Recibió el apoyo de los diez vocales propuestos por los populares, los de CiU y PNV, así como el de cuatro de los siete del bloque progresista
MADRID. Actualizado: GuardarEl magistrado conservador Carlos Lesmes Serrano se convertirá mañana, tras la jura ante el Rey, en el nuevo presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo en sustitución de Gonzalo Moliner. Una amplia mayoría de 16 de los 20 vocales del órgano de gobierno de los jueces apoyaron ayer a Lesmes, mientras que el resto de consejeros respaldaron a la magistrada Pilar Teso Gamella, la otra candidata en liza. Buen gestor, dialogante y austero, el nuevo presidente del Poder Judicial estará al frente de la tercera institución del Estado los próximos cinco años.
La candidatura de Lesmes fue votada por los diez vocales propuestos por el PP, los dos nacionalistas de PNV y CIU, y por cuatro de los siete consejeros avalados por el PSOE. Así, el bloque progresista en el Poder Judicial se rompió a las primeras de cambio, ya que los otros tres vocales y la nombrada por Izquierda Unida apostaron por Pilar Teso, magistrada de la Sala de lo Contencioso del Supremo. Los disidentes fueron Clara Martínez de Careaga, Roser Bach, Rafael Mozo y Concepción Sáez, según confirmaron fuentes jurídicas.
La nominación de Lesmes se ciñó a la perfección a la hoja de ruta negociada por PP y PSOE en el Congreso, primero con la elección de los vocales y ahora con el presidente. De ahí que el apoyo de parte del bloque progresista a su candidatura no haya causado sorpresa en el consejo, admitieron las fuentes jurídicas consultadas.
El nuevo presidente era el magistrado que, desde el principio, había manejado el PP y el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, para sustituir a Moliner. Madrileño de 55 años, casado y con cinco hijos, procede de la Sala de lo Contencioso del Supremo. Es fiscal de carrera y en 1984 comenzó su periplo en la judicatura. Ha pasado por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia y por la Audiencia Nacional, donde fue presidente de la Sala de lo Contencioso, antes de llegar al alto tribunal.
Entre 2000 y el 2004 hizo una incursión en la política después de que el último Gobierno de José María Aznar le nombrara director general de Relaciones con la Administración de Justicia. Un sillón que ocupó con los entonces ministros del ramo Ángel Acebes y José María Michavila. Después se reincorporó a la carrera como magistrado del Supremo.
Indultos
Una de sus últimas decisiones en el alto tribunal fue la defensa del polémico indulto del Gobierno a un conductor kamikaze que mató a un joven en Valencia. La ponencia de Lesmes avalaba la decisión del Ejecutivo de conmutar la pena de 13 años de prisión por una multa de 4.000 euros. Pero no pasó el corte y fue rechazada por 19 votos a 17.
Este asunto tuvo connotaciones políticas, ya que el abogado del condenado es el hermano de Ignacio Astarloa, diputado del PP, y en ese bufete también trabaja el hijo de Alberto Ruiz-Gallardón. Tras la derrota de Lesmes, la ponencia pasó a manos de Rafael Fernández Valverde, que decidió anular el indulto.
Sin embargo, solo nueve meses antes, el nuevo presidente del Poder Judicial fue el ponente de la sentencia que rechazó el indulto concedido por el Gobierno socialista al vicepresidente del Banco Santander, Alfredo Sáenz. El fallo de Lesmes, muy duro, criticaba que llevar la medida de gracia más allá de la conmutación de la pena «no solo contraviene la ley sino la propia Constitución». La razón es que Sáenz se benefició del indulto de la pena de prisión y, además, de la inhabilitación para el cargo, lo que le permitió seguir como vicepresidente del banco.
Antes, como miembro de la Sala Especial que supervisa la ley de partidos, fue el ponente de la sentencia que vetó la participación de Sortu en la vida política, aunque después el Constitucional corrigió la decisión para enfado de los magistrado del Supremo.
Tras la designación de Carlos Lesmes, el siguiente pleno del consejo deberá nombrar a los cinco vocales de la comisión permanente que, después de la última reforma legal, tendrán dedicación exclusiva al cargo durante el próximo año. Todo parece indicar que el reparto será de tres vocales conservadores y dos progresistas. Posteriormente, la comisión y el presidente del Poder Judicial tendrán en su mano la nominación de un cargo de nuevo cuño, la vicepresidencia del Supremo, que algunos ya apuntan que podría recaer en la ayer derrotada, la progresista Pilar Teso.