La voluntad que nos hace ser mejores
Las asociaciones de ayuda a los más desfavorecidos juegan un papel esencial en las fechas que se aproximan
Actualizado:Mientras algunos preparan la lista de productos que van a ser protagonistas de sus mesas de Navidad; hacen cábalas sobre cómo se van a portar este año los Reyes Magos y hacen un guiño a Papa Noel para que, de paso, también deje algún regalito -en estos días se están viviendo auténticas mareas humanas en las principales calles comerciales de las grandes ciudades-; en otros rincones de esta sociedad enferma, sus otros hijos, esos que hace tiempo no llegan a fin de mes ni tampoco saben cómo comenzar el siguiente, tratan de pensar en otras navidades, en olvidarse de lo que sucede estos días. Porque el simple recuerdo de lo que pudo ser y no fue; o de lo que ha sido y ya no es, es suficientemente doloroso para odiar cualquier símbolo que recuerde que en la calle de al lado, los excesos gastronómicos son la tónica, que también se bebe, por unos días.
Sin embargo, hay otros hijos de esta misma sociedad que trabajan todo el año para que llegada estas fechas, aquellos que menos tienen, puedan al menos vivir con cierta dulzura y esperanza la Navidad. Colectivos como Calor en la Noche, Virgen de Valvanuz o los Caballeros Hospitalarios son la voluntad humana, capaz de despertar los mejores instintos humanos. Ellos nos recuerdan la importancia de trabajar por los más necesitados y probablemente sin su mediación, como la de otras asociaciones de ámbito nacional como el Banco de Alimentos, esta crisis despiadada habría devorado a más hijos.
Por eso, la administración pública, la que debería de velar por que ningún gaditano, andaluz, español... pase hambre, al menos, debería prestar atención a la señal de alerta que lanzan estas organizaciones que hablan de una caída de las donaciones. Es cierto que el Banco de Alimentos, por el contrario, ha batido récords en su última iniciativa nacional (la Gran Recogida), pero a nivel más local, el voluntariado juega un papel esencial para que el Estado de Bienestar no se termine desplomando. Tan sólo hay que ver cómo un año más tratarán de ser los reyes magos de miles de personas.