La trama 'Gürtel' ordenó mimar a Bárcenas para que mantuviera abiertas las puertas del PP
«Es un gran amigo de Paco Correa y gerente del Partido Popular que es una de nuestras principales cuentas», avisaba a los hoteles
MADRID.Actualizado:'Gürtel' se instaló en el corazón del Partido Popular a base de regalos. Sobre todo gracias a los viajes 'gratis total' con los que Francisco Correa obsequiaba a destacados miembros de la formación, según desvelan los documentos que el juez Pablo Ruz ha ido incorporando esta semana al sumario que investiga la trama corrupta.
Y esos mismos papeles revelan que, por encima de cualquier otro político, el más beneficiado de las dádivas del Correa fue, sin duda, Luis Bárcenas, en su condición de gerente y luego tesorero del partido. Y por ende, llave a las adjudicaciones de la formación y de las instituciones gobernadas por los populares.
El propio Correa ni siquiera hizo por ocultar que todas las atenciones a Bárcenas tenían como objetivo abrir las puertas del PP. No lo ocultó ni al inicio, cuando su empresa de viajes Pasadena empezó a trabajar para el partido en 1996. Un fax fechado en junio de 1997 da buena cuenta del interés de 'don Vito' por agasajar a los que iban a darle de comer durante muchísimos años. En ese fax, los responsables de Pasadena escriben al Hotel Rincón Andaluz de Marbella para organizar la llegada de las familia de Bárcenas y de Ana Mato y Jesús Sepúlveda, que van a una boda a la Costa del Sol.
«La suite del señor Bárcenas tiene que ser súper especial, ya que este señor es gran amigo de Paco Correa y gerente nacional del Partido Popular, que como bien sabes es una de nuestras principales cuentas», escribía Raúl Gascón, hombre de confianza de 'don Vito Correa'. Gascón ya avisaba que la agencia se iba a hacer cargo de alguna de las habitaciones de esa expedición a la boda, a modo de regalo.
No era el primer viaje 'gratis total' que Correa pagaba al hombre que gestionaba la caja del PP para mantenerlo bien engrasado. En febrero de 1997 otro fax «urgente» de Pasadena revela el mismo interés por su condición de dirigente. En esa ocasión, Luis Bárcenas y su mujer Rosalía Iglesia viajan cuatro días a Atenas. De nuevo, invitados por Correa y, de nuevo, con la advertencia al agente de viajes griego de que el exsenador es un «cliente muy importante» por su condición política.
«Dirigente del PP»
«El señor Bárcenas es un importante dirigente del Partido Popular y es un importante cliente para nosotros y por ello vamos a invitarle a él y a su mujer, así que por favor deme un precio especial por este servicio», escribe Victoria Romero, una de las responsables de la agencia de viajes de Correa, quien reclama una «habitación doble superior en el Hotel Gran Bretaña o el Meridien Hotel».
Los papeles recién incorporados al ya vasto sumario 'Gürtel' también dan cuenta de cómo Pasadena se desvió en abril de 1997 para otro viaje de cuatro miembros de la familia Bárcenas a Jerusalén. En ese nuevo fax, otro trabajador de Pasadena pide «tarifas super especiales» para «los amigos íntimos de Francisco Correa» para uno de los hoteles de mayor lujo de Oriente Próximo, el King David de la capital israelí.
Estos tres viajes se unen a otros dos periplos, también por aquellos años en los que Correa empezaba a meter la cabeza en el PP, que ya se conocían. El primero fue cuando 'don Vito invitó a Bárcenas y Jesús Sepúlveda, entonces responsable del Área Electoral, a un viaje a todo trapo a la Laponia (Finlandia).
La excursión de los tres a Helsinki tuvo lugar entre el 13 y el 15 de diciembre de 1996, y Correa, personalmente, se ocupó de que no faltara de nada. No se han encontrado muchas de las facturas de aquel costoso regalo, pero los vuelos dan buena cuenta del nivel de la excursión dado que solo los billetes costaron a Correa 374.750 pesetas, lo que hace presumir que viajaron en clase preferente.
En julio de 1998 Bárcenas y su mujer también tuvieron un trato preferente por parte de la agencia de Correa, que encargó un trato exclusivo para sus «clientes super vips» durante un viaje de ultra lujo a Sudáfrica y las cataratas Victoria, en Zimbabue: seis vuelos internos en ocho días, algunos privados; un safari, estancias en lujoso hoteles y excursiones en barco privado y helicóptero.
Según el presupuesto de Pasadena, los hoteles, las excursiones, el traslado entre aeropuertos y los alojamientos, algunas comidas y el tren, en ocasiones atendidos por un guía en español, costaron 6.046 dólares (4.452 euros), a los que habría que sumar los seis vuelos internos y el avión que les llevó de España a Sudáfrica.