«He vuelto a los bares y a las salas chiquitas, un cuerpo a tierra literal»
El cantante y 'coach' de La Voz Antonio Orozco publica 'Dos orillas', un álbum grabado entre España y Los Ángeles donde el sevillano refleja lo aprendido en más de una década de carrera
MADRIDActualizado:Hace algo más de cuatro años, Antonio Orozco empaquetó en una mochila lo que sabía sobre música y se lanzó a buscar su hueco en los países de habla hispana alrededor del mundo. En el petate llevaba todo lo aprendido en más de una década de trabajo a fuego lento, en una carrera forjada "de a poquito" por el empeño de un artista que lleva con orgullo haber sido definido en el pasado como "la estrella antiestrella" o "el cantante hormiguita". En ese tiempo, este sevillano afincado en Barcelona tuvo tiempo de convertirse en ciudadano del mundo y experimentar con artistas y músicos de muchos estilos distintos y en diferentes lugares del planeta. "Son momentos que sin duda marcan la diferencia", explica Orozco en una entrevista a este periódico. Hace memoria de los últimos años, que define como "tiempo de formación y de aprender" pero, sobre todo, admite, "ha sido tiempo de barrigazos, de cuerpo a tierra literal con la guitarra y empezando primero por los bares chiquitos, después por los restaurantes, después por las salas de conciertos... Todo de a poquito porque, como dice un amigo mexicano, para tratar de convivir con tu música, hay que hacer historia".
Su periplo latinoamericano le ha permitido ir escribiendo esa historia nutrida, según afirma, "de anécdotas, dicha y desdicha, amor y desamores, distancia y olvido". Y al final, explica, "todo florece de alguna forma; la inspiración va cogiendo de todas partes y termina justo en el medio de esas dos orillas, dentro de ese océano de posibilidades en el que estoy creando y estoy viviendo". De esa confluencia surge el nombre de su duodécimo disco, 'Dos orillas', un álbum grabado entre España y Los Angeles donde el sevillano refleja lo aprendido en más de una década de carrera. "Es mi primer lanzamiento simultáneo, así que lo vivo casi con más miedo que vergüenza. La vergüenza, como que la perdí, pero el miedo por que vaya bien o mal, es algo que me tiene en ascuas", admite. Como baza a jugar, afirma que el disco suena "a verdad". "Hace tiempo que entendí con algunas canciones de mi vida, que cuando tu música se conecta con el público y engancha todo el ancho de banda es cuando cuentas verdades. La verdad no hay manera de podérsela saltar y, cuando logras la empatía con el público, es algo que no se puede comparar con nada".
Su nuevo proyecto marca también el inicio de una nueva etapa en su carrera, después del "cierre radical" que supuso su disco 'Diez', un recopilatorio que le sirvió como carta de presentación para los países latinoamericanos. "Después de tantos años de trabajo comenzamos una nueva etapa", explica Orozco, que plantea una nueva manera de utilizar las palabras, de hacer rimas y de elegir el formato estructural de las canciones. "No es que la esencia se mueva porque me van a escuchar en México, si no que cambio la forma de decir las cosas para que me entiendan, no para que me escuchen. Quizá antes era demasiado metafórico en mis canciones", puntualiza el artista, recién llegado del periplo latino. "Ha sido una de las experiencias más fuertes de mi vida, irme allí con la guitarra y decir por dónde empiezo cuando aquí ya tenía una carrera de tantos años. Pero es una experiencia que volvería a repetir, no sentí que estaba haciendo nada fuera de lugar y me devolvió de plano a la realidad, a lo que es ser músico y a lo que nos enfrentamos todos los días".
El cantante compagina el lanzamiento de su nuevo disco con su trabajo como 'coach' en el programa televisivo de búsqueda de talentos musicales 'La Voz', donde comparte escenario con Rosario Flores, Malú y David Bisbal tras la salida de Melendi. "Es una experiencia que me está llevando a lugares completamente desconocidos. No había tenido nunca antes una experiencia en televisión ni tampoco había tenido la posibilidad de mostrarme al público jamás como soy", señala. "Lo más chocante es que, después de tantos años en la música, haya tanta gente que te descubra, gente que me había escuchado antes y me tenía en otra casilla", explica. "La televisión te muestra tal como eres y eso es muy positivo, pero también tiene el inconveniente del reconocimiento popular. Que me sigan con una cámara es algo a lo que aún me tengo que acostumbrar".