La familia y el partido luchan por el legado del héroe nacional
La herencia del desaparecido expresidente, más allá de la política, es una fuente de ingresos de la que todos quieren participar
JOHANNESBURGO.Actualizado:«Todos quieren apoderarse de Mandela. Es la condición humana», asegura Verne Harris, director del Centro de la Memoria de Nelson Mandela. «La lucha ya ha comenzado; no hay nada más que mirar alrededor, y será peor ahora que se ha marchado».
Nelson Mandela pertenece a su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA), a sus tres familias provenientes de sus tres esposas, a su Fundación y las organizaciones de caridad a las que encomendó su obra, pero también al Estado y a todos los ciudadanos sudafricanos. «Hay mucha legitimidad que ganar asociándose con su figura», advierte Harris. Pero su legado, más allá de la política, es ante todo una fuente de ingresos de la que todos quieren participar.
El Centro de la Memoria de Nelson Mandela recoge en su web hasta un centenar de timos a través de correo electrónico, teléfono y redes sociales, que tratan de obtener dinero en nombre del Premio Nobel de la Paz o sus organizaciones. Mandela es una marca registrada, la segunda más conocida después de Coca-Cola, que hoy explota su familia y su Fundación, pero también los comerciantes frente a su casa en Soweto y empresas de todo el mundo a través de internet.
Sus derechos de autor y de imagen pueden reportar importantes cantidades de dinero en «royalties» de películas, libros o campañas de promoción, reconoce el director del Centro de la Memoria, que gestiona por el momento su propiedad intelectual. «Hay usos legítimos de sus derechos, y nosotros no cobramos por su cesión. Pero Madiba nos encargó velar por que su nombre no se asocie a empresas o marcas. Tenemos a una persona solo dedicada a eso. Viagra hizo el siguiente anuncio: «'Viagra cumple 10 años, Mandela cumple 90». Afortunadamente, logramos retirarlo».
Los deseos de apropiación vienen también desde el seno de su propia familia; todos, en mayor o menor medida, se benefician del icónico apellido Mandela. Los negocios del clan van desde agencias de comunicación y espectáculos, sellos discográficos, minería, negocios inmobiliarios y hasta una marca de vino, «Casa de Mandela», creada por su hija Makaziwe. Solo su nieto Mandla, diputado del gubernamental Congreso Nacional Africano, ha seguido la senda política de su abuelo.
Sus nietas Zaziwe y Swati lanzaron recientemente la línea de ropa 'Un largo camino a la libertad', en referencia a la autobiografía del expresidente, con estampados de su firma y su rostro que se venden a partir de 25 euros. «Es una decisión de cada uno. Siempre va a haber gente que quiera sacar dinero. Es imposible de controlar, como pasa con el Che Guevara o Bob Marley, pero en lo que se refiere a la familia, es un derecho que les corresponde por herencia. Solo espero que lo hagan con integridad», opina su nieto Kweku.
Las desavenencias
La familia del primer presidente negro de Sudáfrica es grande y muy diversa. Se casó tres veces y tuvo seis hijos, de los cuales sólo tres de sus hijas siguen con vida: Maki, resultado de su primer matrimonio con Evelyn Mase, y Zenani y Zindzi, que tuvo con Winnie Madikizela-Mandela, de la que se divorció en 1996. Deja 17 nietos, 12 bisnietos y cuatro hijastros de su tercera esposa, Graça Machel, con la que contrajo matrimonio en 1998. Demasiadas familias para un solo legado. Las desavenencias entre los descendientes de la difunta Evelyn y los de Winnie han ocupado frecuentemente las páginas de la prensa sudafricana. Solo los últimos días del expresidente lograron acercar a sus hijas, asegura uno de sus nietos, Ndaba Mandela.
«Son familias muy distintas. Recibieron una educación totalmente diferente. Evelyn era muy religiosa y Winnie una mujer política; personas tan distintas tenían que compartir al mismo hombre», explicó. «Sus hijos crecieron sin su padre. Sacrificó a su familia por la política, por un bien mayor, pero creo que también hay un cierto resentimiento», añade Ndaba. Esas dos familias a las que se les negó Mandela en vida, reclaman ahora, al menos, su legado, disperso en las numerosas instituciones caritativas y compañías que gestionan su patrimonio.
¿Se puede cuantificar la herencia de Mandela? «Yo no diría que es una fortuna, pero sí que se puede hacer una fortuna con ella», asegura Verne Harris. La lucha por su legado comenzó hace tiempo. Todos pelean por su pedazo, aunque el reparto «es una cosa que solo sabe Mandela», concluye Verne Harris.