Varios estudiantes se preparan para entrar al centro escolar. :: PEDRO URRESTI
Sociedad

Los alumnos españoles faltan a clase el doble que la media de la OCDE

El 28% reconoce ausentarse de manera injustificada al menos uno o dos días, mientras que un 34% son impuntuales

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Entre los déficit del sistema educativo español, además del abandono escolar, el bajo rendimiento académico y la pérdida de equidad, hay que sumar el absentismo escolar. Y es que 28% de los alumnos españoles reconoció haber faltado algún día a clase de manera injustificada, lo que supone casi el doble que la media de la OCDE (15%). Los datos están recogidos en el reciente informe PISA 2012, donde se atribuye estos resultados al «desinterés» del alumno hacia el estudio y se advierte de que también tienen consecuencias académicas. «Repercuten negativamente en sus compañeros, ya que perjudican el clima general de la clase y su ritmo de aprendizaje», asegura el informe.

En concreto, un 24% de los alumnos españoles confesó haber faltado a clase uno o dos días sin ninguna justificación, frente al 12% de media en la OCDE; el 3% lo hizo tres o cuatro días (2% en la media de la OCDE); y un 1% más de cinco días (1% en la OCDE). Por contra, este problema está casi erradicado en Japón, Corea del Sur e Islandia, donde el porcentaje es inferior al 2%. Precisamente estos países ocupan los puestos cabeceros en PISA. Por contra, países como Turquía e Italia tienen una problema de mayor envergadura ya que casi la mitad de sus alumnos dijeron haberse ausentado sin motivo al menos un día de clase.

Una de las características de este absentismo tiene que ver con la clase social. Aquellos estudiantes que proceden de un entorno más desfavorecido acuden menos a clase que los jóvenes en una situación más ventajosa. En el conjunto de la OCDE la distancia entre ambos es de seis puntos. Esta diferencia se agrava en el caso de España hasta los 18 puntos. Así, los alumnos de entorno más empobrecidos alcanzan el 37% de absentismo frente al 19% de aquellos que disfrutan de mayores recursos. De esta forma se pone de manifiesto, una vez más, el preocupante retroceso en la equidad que constató el informe PISA.

Geografía y transporte

Pero los alumnos españoles de 15 años no solo faltan bastante a clase sino que tampoco son muy puntuales. El 34% de ellos confesó haber llegado alguna vez tarde al centro en las últimas dos semanas, lo que supone casi calcar la media de la OCDE (35%). En concreto el 24% de los estudiantes reconoció haberle pasado una o dos veces, el 6% tres o cuatro y un 4% más de cinco. Estos resultados suponen una mejora de cinco puntos en comparación con PISA 2003 -el mismo centrado en las matemáticas-. En cualquier caso, España no es ni mucho menos el país más impuntual de los analizados. La mitad de los alumnos portugueses, israelíes y, sorprendentemente, los suecos reconocieron haber llegado tarde al menos una vez en los últimos 15 días.

El propio estudio achaca estos problemas de impuntualidad a las condiciones geográficas de los países así como a la disponibilidad de infraestructuras de transporte. El estudio muestra que en la puntualidad también influye el nivel socio-económico del alumno. De esta forma, el 31% de los estudiantes procedentes de entornos más favorables llega tarde a clase frente al 39% de aquellos en situación menos favorecida.

La falta de puntualidad no es una cuestión baladí y tiene sus consecuencias en el rendimiento académico. Según el informe PISA cuanto mayor es el número de retrasos, menor puntuación obtienen en promedio los alumnos. Esta tendencia se observa tanto en España como en la OCDE. Así, los estudiantes españoles que no llegaron tarde nunca lograron una puntuación de 495 puntos, frente a los 472 de aquellos que se retrasaron una o dos veces, los 466 que lo hicieron tres o cuatro y los 448 puntos de quienes fueron impuntuales cinco o más veces.