El Gobierno mexicano cree que los ladrones de la carga radiactiva ya están muertos

Un camión cargado con material radiactivo fue robado y posteriormente localizado en un descampado del Estado de México. Las autoridades lanzaron un operativo de expertos con trajes especiales para evitar el contagio y encontraron manipulado el cabezal de un equipo médico del tamaño de un iPhone. Podría ser el argumento de una película catastrofista pero, por desgracia, es la dura realidad que afrontan los desconocidos que manipularon la carga, quienes según el Ministerio de Energía «ya están muertos» o «a punto de fallecer». El departamento descarta que ahora exista peligro para los seres vivos o el medio ambiente pero los mexicanos se declaran muy preocupados por las posibles consecuencias.

Es comprensible el temor porque el cabezal de la Unidad de Radioterapia -lo llaman «pastilla» y contiene cobalto-60 -que transportaba el camión que apareció la madrugada de ayer abandonado en un terreno baldío de Hueypoxtla (Estado de México) viajaba por carretera desde el 27 de noviembre, cuando fue entregado como material en desuso por la clínica 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicado en la zona urbana de Tijuana.

El transporte atravesó varios estados hasta que fue robado en Tepojaco, Hidalgo. La Procuraduría General de la República notificó a las 32 delegaciones la investigación por el transporte de material peligroso: 2,3 kilos de cobalto-60. Las autoridades suponen que una vez se dio la voz de alarma los ladrones abandonaron el camión, con plataforma y grúa, en un descampado.