El conductor del tren de Nueva York se recuerda «aturdido» poco antes del accidente
NUEVA YORK.Actualizado:La historia es tristemente familiar en España. Un tren cargado de pasajeros que se acerca a una curva peligrosa al triple de la velocidad que requiere el tramo. Una investigación que inmediatamente se centra en el conductor, al cual practicamente se culpa antes de que se conozcan todos los hechos. ¿Se había quedado dormido?
William Rockefeller, de 46 años, no había bebido, ni se había drogado, ni estaba hablando por teléfono o enviando mensajes de texto, aunque las autoridades están inspeccionando los datos de las torres de celulares cercanas para descartar con toda certeza esta última posibilidad. Sin embargo, el veterano conductor, que llevaba 20 años trabajando para la empresa, once de ellos como ingeniero, dijo no poder explicar lo que había pasado porque en el momento del accidente se encontraba «como aturdido» o «casi hipnotizado», dijo a los investigadores, según la información de algunas fuentes que distintos medios han interpretado como que estaba dando una cabezada involuntaria. Según The New York Times, el hombre precisó que se encontraba «en ese lugar en el que no estás dormido ni cien por cien despierto».
De ahí que la investigación se centre en cuántas horas llevaba trabajando el operario y cómo transcurrieron sus últimas 72 horas antes del accidente. «Lo que está claro es que los frenos funcionaban bien, porque el tren había hecho nueve paradas», concluyó el senador Charles Schumer. De hecho, el conductor utilizó el dispositivo de frenado, pero demasiado tarde, apenas seis segundos antes de que los vagones se salieran de la vía. Los investigadores creen que el chirrido del tren al entrar en la curva le hizo salir del trance y accionar los frenos, que él dice que no respondieron. Para entonces iba a 132 kilómetros por hora, cuando la velocidad máxima para tomar la curva es de 48.
«Un historial impecable»
Según el director del sindicato de empleados ferroviarios, Anthony Bottalico, el conductor está «totalmente traumatizado», dijo del hombre sobre el que pesan cuatro muertos y 67 heridos.
«Es un ser humano sincero, diligente y competente, con un historial impecable». Coincidía Bottalico en esto el alcalde de Rhinebeck, James Reardon, donde Rockefeller ayuda a los bomberos como voluntario. «Billy es un hombre muy concienzudo y dedicado. Es un gran tipo, humilde y cariñoso».