UGT-A admite por primera vez que «pudo haber irregularidades» en la gestión de ayudas

El secretario de Organización en funciones y portavoz de UGT Andalucía, Manuel Ferrer, ha admitido este martes por primera vez desde que estalló el escándalo de las facturas falsas del sindicato que «puede haber irregularidades», además de los «errores puntuales» en la justificación de las subvenciones para la formación y el empleo de la Junta de Andalucía, que le reclama 1,8 millones de euros correspondientes a dos programas del pacto de concertación social.

Esta apreciación supone un giro con respecto a la tesis defendida hasta ahora por el secretario general Francisco Fernández, que dimitió el pasado viernes pese a que su comisión ejecutiva se opuso en bloque, como ha confirmado Ferrer en una rueda de prensa en el sindicato.

El dirigente sindical ha convocado a los medios para informarles de las dos vías para resolver la crisis creada en la confederación andaluza tras el cese de su máximo responsable. La opción preferida por Ferrer es la de cubrir la vacante dejada por Fernández, que cesó forzado por las presiones del secretario general, Cándido Méndez, que exigió responsabilidades a la UGT-A.

La otra alternativa sería «crear una gestora hasta que se celebre un nuevo congreso». El camino a tomar se decidirá en un comité extraordinario convocado para el 9 de enero. Entre tanto, dijo, «mantendremos nuestros puestos elegidos en el congreso» porque así lo han pedido las federaciones y uniones provinciales reunidas en un consejo.

Por otro lado, Ferrer ha justificado las «dificultades» para comprobar la justificación de los programas porque «hemos sufrido que 1.756 archivos se han borrado» desde un ordenador del departamento de Administración, situación por la que mantienen abierto un expediente disciplinario a un trabajador y que, asegura, denunciarán en los tribunales si logran pruebas. Además, otros 22.400 se han copiado desde otro terminal del mismo departamento.